Para empezar el año 2015 queríamos recomendaros un material de los que llegan al corazón, de los que trasmiten aquello en lo que quienes trabajamos en Espirales CI creemos y por lo que trabajamos.

El vídeo The Potter (El alfarero), realizado por Josh Burton con apoyo del Savannah College of Art and Design (en Savannah, Georgia, Estados Unidos), trasmite de una forma bella y simple algunos de los principios que para nosotros son la esencia del proceso educativo.

La educación, para poder ser tal, tiene que darse en el contexto de una relación vincular afectiva. Es la ternura que envuelve el proceso educativo la que llega y transforma a los niños, niñas y adolescentes, la que les sirve para crecer y desarrollarse plenamente. La heterorregulación emocional que realiza el adulto en el proceso educativo sirve para que el niño o la niña aprenda la autorregulación emocional, clave para su desarrollo. Autorregulación no es control, contención ni negación.

A la ternura debe sumársele la firmeza y la constancia. El proceso educativo se consolida en el ejercicio vivencial de los aprendizajes, en la experiencia directa y en una experiencia de calado. Y esa presencia requiere de un adulto cercano que sea firme y enseñe al niño a perseverar, a vivir la frustración y a construir la esperanza. Una esperanza no retórica sino palpable: la de quien se sabe en camino.

Y por último, la mirada del adulto. Un adulto alfarero que sepa guiar, sostener, permanecer cerca sin invadir, mirar cada pequeño detalle, acercarse cuando toque para no dejar caer y estar callado cuando sea necesario. Acompaña quien sabe que el ritmo, el tiempo y el proceso es del otro, no el suyo propio. Como lo es la elección de las metas.

Y a todo esto tendríamos que añadir el valor de la palabra, pero por esta vez, como el vídeo tampoco lleva palabra, no insistiremos en ello.

Esperemos que os emocione, os saque una sonrisa y nos sirva para no olvidar lo esencial.

Pepa