Este año, como ya anunciamos en este blog, salió publicado mi nuevo libro Elegir la vida. Historias de vida de familias acogedoras.

La Editorial Desclée, que lo publicó, me pidió hace un tiempo que escribiera un artículo relacionado con el libro para su blog. Me pidieron que tuviera que ver con la temática, pero que no me centrara solo en el libro. Así que decidí arriesgarme a escribir un artículo sobre un tema que surge recurrentemente en los talleres y en el trabajo con familias y del que estoy cada día más convencida de que hay que poder hablar: los miedos que tenemos como madres o padres, “Los miedos en la crianza”. Miedos que a veces son tan difíciles de confesar a nuestro entorno como de manejar en la vida diaria.

Pero no sólo surge en mi trabajo como profesional. En los últimos años, la crianza de mi hijo me ha llevado a revisar, cribar y ampliar muchos de los conceptos técnicos que manejaba. A pasarlos por mis “tripas”, como digo a menudo en los talleres. Nuestros hijos son siempre nuestros mejores maestros. Nos hacen mejores personas y mejores profesionales. Y en mi caso, el artículo que comparto hoy trata de ser también reflejo de esa doble visión que ya no puedo ni quiero separar: la de profesional y la de madre.

Espero que mi reflexión os resulte interesante.

Pepa