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Etiqueta: derechos del niño

Campaña “Start to Talk” (“Empieza a hablar”) del Consejo de Europa para abordar el abuso sexual infantil en el deporte

El Consejo de Europa vuelve a superarse con un potente abordaje del abuso sexual infantil en el ámbito del deporte con la campaña “Start to Talk” (“Empieza a hablar”).

La Consejo de Europa, mediante su División para los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes tiene como un eje fundamental de su actuación la protección de niños, niñas y adolescentes contra cualquier tipo de violencia. Es especialmente conocido el Convenio de Lanzarote, que el Consejo de Europa impulsó y puso en marcha en 2007 como marco de referencia para la protección niños, niñas y adolescentes contra la violencia sexual, incluida la explotación sexual, y que está ratificado por España. En 2010 elaboró la campaña “Uno de cada cinco” de prevención de abuso sexual infantil entre niños y niñas de 3 a 6 años. Colaboramos en aquella campaña con materiales y formaciones desde Espirales Consultoría de Infancia, que hemos seguido difundiendo en nuestras formaciones en distintos puntos de la geografía española (y que el propio Consejo de Europa nos llevó a presentar a Pepa en Italia y a Javier en Túnez).

Por todo esto nosotros dos, Pepa Horno y F. Javier Romeo, felicitamos la aparición de esta nueva campaña “Start to Talk” (“Empieza a hablar”) contra el abuso sexual infantil en el ámbito del deporte. Con una web muy limpia, estructurada en mensajes claros y contundentes, se organiza entorno a un vídeo que es una maravilla:
… por la variedad de personajes que aparecen,
… por reflejar que hay víctimas niños, niñas y adolescentes de ambos sexos,
… por recoger que pueden abusar tanto hombres como mujeres, y también otros niños, niñas y adolescentes,
… por visibilizar también a los niños, niñas y adolescentes con algún tipo de vulnerabilidad especial (como discapacidades),
… por dar una clave sencilla: la responsabilidad de hablar es de las personas adultas del entorno.

Todo esto está en español, pero además incluye enlaces a otros recursos de prevención del abuso sexual infantil en el deporte, esos ya en inglés (incluido un directorio de especialistas entre los que se encuentra F. Javier Romeo).

Y nos encanta que además se haya presentado hoy de forma oficial junto con los materiales de la campaña de prevención y detección del abuso sexual infantil en el ámbito del deporte “El abuso sexual infantil queda fuera de juego” #abusofueradejuego que hemos elaborado desde Espirales CI para el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven con la colaboración de UNICEF Comité Español. Las sinergias suman recursos para seguir avanzando.

Ved el vídeo y comprobad su potencia. Y después difundidlo. Seguro que os permite tener conversaciones muy interesantes con los niños, niñas y adolescentes de vuestro entorno, y también con profesionales.

F. Javier Romeo y Pepa Horno

Guía “La promoción de entornos seguros y protectores en Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe” de Pepa Horno

Un error habitual del enfoque en el trabajo de protección es centrarlo en la intervención que se realiza con las posibles víctimas o con quienes agreden. La clave de la protección es generar los llamados “entornos seguros y protectores”, entornos donde las personas puedan llegar a desarrollarse plenamente, donde puedan ver respetados sus derechos y que estén libres de cualquier forma de violencia. De esta forma, aunque una persona quiera agredir a otra no podrá hacerlo porque el entorno no le brindará posibilidad u oportunidad para ello.

Generar estos entornos seguros y protectores es relevante para cualquier entorno donde conviven personas, pero lo es aún más para aquellos entornos donde conviven niños, niñas y adolescentes cuya protección es responsabilidad última de los adultos a cuyo cuidado están y de las instituciones, organizaciones o entidades responsables de gestionar ese entorno. Y en el caso de personas, adultos o niños, que están sufriendo es condición imprescindible para su recuperación. Pensemos en un hospital, una residencia de personas mayores, o un centro de protección. Si desenvolverse en entornos protectores es la clave para lograr el desarrollo pleno de cualquier persona, lo es aún más cuando ese desarrollo está siendo dañado o cuando esa persona está en una condición de especial vulnerabilidad.

Por lo tanto, la generación de entornos seguros y protectores es garantía de calidad y rigor técnico en el trabajo con personas. Lo difícil es visualizar todos los indicadores que se han de tener en cuenta para definir un entorno como seguro y protector. Estos indicadores permiten tanto definir el diseño inicial de cualquier entorno de convivencia (centros, hospitales, oficinas, centros comunitarios, escuelas, polideportivos, etc.) como la evaluación de riesgo de los ya existentes.

Este trabajo que presentamos hoy, La promoción de entornos seguros y protectores en Aldeas Infantiles SOS América Latina y el Caribe (Horno, P., 2018), elaborado para Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe, recoge un sistema de indicadores específicos, con un valor mínimo que se debe garantizar y un valor óptimo hacia el que se debe trabajar en cada indicador. Este sistema de indicadores se ha desarrollado desde un modelo que desde Espirales CI llevamos ya un tiempo trabajando. Está estructurado en torno a cuatro niveles: el entorno físico, el entorno emocional, los equipos conscientes y el protagonismo de las personas que conviven en el entorno.

Dos versiones del documento:

Este trabajo forma parte de un proceso de toma de consciencia organizacional, no individual ni de un equipo de trabajo en concreto, sino de toda una organización. Un proceso que es tan necesario como poco habitual en las organizaciones, entidades e instituciones que trabajan con personas, y en concreto aquellos que trabajan con niños, niñas y adolescentes en situaciones de riesgo o desprotección.

Se diseñó para promover la calidad del trabajo de la organización a través de la revisión de todos los espacios en los que trabaja su organización: las oficinas donde conviven su personal técnico, los hogares de cuidado alternativo y los centros de intervención preventiva comunitaria.

En este proceso no se analizan solo los entornos donde Aldeas Infantiles SOS trabaja directamente con niños, niñas y adolescentes, sino los espacios en las comunidades y los espacios internos de la organización, incluidas las oficinas y equipos de trabajo. Porque aquellos profesionales que no trabajan en entornos seguros y protectores para ellos, con cargos directivos que saben ser lideres protectores para sus equipos, no van a ser capaces de generar condiciones seguras en los entornos de atención directa. Es un proceso de consciencia organizacional que o funciona en cascada o no funciona.

Quiero agradecer en nombre de todo el equipo de Espirales CI la confianza que la oficina regional de Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe ha depositado en nosotros para acompañarles y asesorarles en este proceso organizacional los últimos años. Y en concreto los aportes que la red de protección de la organización en la región, liderada por Lucía Miranda y Dayán Mora han realizado a este documento.

Esperamos que la estandarización de este sistema de indicadores ayude a favorecer este proceso y permita su replicación en otras instituciones, entidades y organizaciones responsables de la atención y cuidado de personas.

Pepa Horno


Actualización a 21 de diciembre de 2018

Ahora disponible en inglés / Now available in English: Promotion of safe and protective environments at SOS Children’s Villages in Latin America and the Caribbean.

Entrevista a Pepa Horno sobre violencia infantil en España para UNICEF Comité Español

Hace unos días el UNICEF Comité Español me ofreció la oportunidad de participar en un Facebook Live en su página web cuyo vídeo está teniendo una difusión muy grande estos días.

La temática era sobre la violencia infantil en España y la necesidad surgía de la alarma social creada por los últimos casos de agresiones cometidas por adolescentes en nuestro país.

Este es el vídeo por si queréis verlo. Es algo largo, dura cuarenta minutos. Tal y como dije antes de que tuviera lugar, la violencia infantil en España es un tema doloroso, complejo y delicado y es necesario tratarlo con la extensión que merece para que no quede reducido a una serie de titulares reduccionistas, y como tales falsos en cualquiera de sus sentidos.

Junto con el vídeo, quería también difundir las fuentes de donde surgieron los datos que mencioné. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística sobre defunciones de niños, niñas y adolescentes en 2016. Por otro lado, el estudio sobre polivictimización de niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección y reforma de Noemí Pereda, Judit Abad y Georgina Guilera de 2014, “Victimización en jóvenes de protección a la infancia y la adolescencia y de justicia juvenil”.

Llevo más de veinte años trabajando en esta temática y he visto el cambio social que se está dando hacia esta problemática, que supone uno de los rostros más dolorosos del ser humano. La violencia contra los niños, niñas y adolescentes y la que ellos mismos ejercen nos genera miedo, cuestiona nuestra seguridad básica, esa sensación que todos necesitamos tener de que estamos a salvo, de que la gente que amamos está a salvo, y sobre todo, de que nuestros niños y niñas están a salvo. A salvo de ser víctimas de una agresión y a salvo de agredir a otra persona, sea otro niño o niña o un adulto.

A mí misma me sucede. Cada vez que me entrevistan vuelvo a mirar las estadísticas. Y las cifras son tan brutales, y año tras año tras año siguen sin ser atendidas, que yo misma me obligo a no mirar demasiado las estadísticas. Mirarlas me provoca el mismo dolor de tripa con el que me acosté la noche anterior a este vídeo, las mismas lágrimas, el mismo dolor. El mismo, no. Más. Porque llevamos muchos años sabiendo lo que tenemos que hacer sin hacerlo. Muchos años permitiendo muertes de niños, niñas y adolescentes. Muchos años mirando hacia otro lado.

Esto no es nuevo, el ser humano mira hacia otro lado muy a menudo ante lo que le confronta con su fragilidad y con su miseria. Miramos a otro lado cuando son los niños y niñas de otros más fácilmente que cuando son los nuestros. Pero lo hacemos. Lo hacen los gobernantes, lo hacen los políticos, pero lo hacen también los que definen los currículos académicos de las profesionales relacionadas con niños que siguen sin cambiarlos para incluir en los programas académicos el maltrato de forma que la gente que debe detectarlo: médicos, maestros, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales… sepan cómo hacerlo. Lo hacen todos y cada uno de los profesionales que saben, intuyen o tienen la certeza y miran para otro lado. Lo hacemos las familias cuando decidimos no hablar de ello a nuestros hijos e hijas. Lo hace cada ciudadano que oye, intuye, mira y decide no denunciar.

Y año tras año sigo mirando una sola cifra. No voy siquiera a las cifras grandes, voy a la pequeña y más extrema. Voy a los asesinatos y suicidios de niños, niñas y adolescentes. En 2016, 17 niños y niñas asesinados en homicidios y 70 que se han suicidado. Y cada cierto tiempo cuando me dan la oportunidad como me la dieron aquí, salgo públicamente y lo digo, con una mezcla de congoja, llanto y grito.

Porque es verdad que han cambiado muchísimo las cosas, y a mucho mejor. Es innegable el avance social ante este tema, el cambio de actitud y la visibilidad que está teniendo. Son reales los recursos destinados a abordarlo, el avance de los recursos especializados para atender a los que son víctimas de maltrato, a los adultos que lo fueron de niños y siguen sufriendo por ello y a los niños, niñas y adolescentes que agreden a otros. El avance es innegable y da sentido a lo que hacemos muchos otros y yo.

Pero se nos siguen muriendo. En un año 87. 87. Y ni siquiera conocemos las caras de muchos de ellos. Ni sus nombres. Ni su dolor. Y no son más que el extremo de un dolor indescriptible que anida en los que sí sobrevivieron, los niños y niñas que siguen sobreviviendo y los niños y niñas que viven aún temblorosos en el alma de tantos y tantos adultos que trabajan y viven con nosotros.

Y cuando la noche anterior miraba las cifras y la rabia y la angustia se apoderó de mí, el dolor por ese dolor invisible dentro de nuestra propia casa, volví otra vez a una promesa que me hice hace mucho tiempo: seguiré gritando sus nombres.

Pepa Horno

Pd. Si alguien quiere saber más sobre esta temática, dejo aquí enlazadas varias entradas de blog que escribimos hace tiempo sobre la temática. Por un lado, el análisis político sobre la situación de la violencia contra la infancia en España que publicamos cuando se creó en el 2014 la subcomisión sobre violencia contra la infancia en el Congreso de los Diputados. Por otro, un post que publiqué en el blog de No me pidan Calma que llamé Contabilizar nuestros muertos sobre el número de muertes violentas de niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Y otra entrada que publicamos sobre la importancia de dar voz a las víctimas. Y por último, la guía mencionada que elaboramos para UNICEF Comité Español en su programa de Ciudades Amigas de la Infancia con iniciativas que los municipios pueden desarrollar para abordar esta problemática.

Investigación y guía de buenas prácticas sobre acogimiento familiar y residencial elaboradas para UNICEF Comité Español

Dentro del trabajo que realizamos en Espirales Consultoría de Infancia hay proyectos que adquieren profundidad y un significado especial para todo el equipo. Estos dos documentos que presentamos hoy son uno de ellos.

Un lugar donde quedarse. Atención a niños, niñas y adolescentes en acogimiento en el sistema de protección en España es el resumen ejecutivo de la investigación cualitativa que hemos realizado desde febrero a julio de 2017 para UNICEF Comité Español sobre la situación del acogimiento familiar y residencial . Aparte de ciertos aspectos a nivel estatal, la investigación se centró en nueve comunidades autónomas: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, Galicia y País Vasco. Estas comunidades fueron elegidas como muestra representativa del estado por dos criterios: por su representatividad poblacional y por el número de niños, niñas y adolescentes en acogimiento en su territorio.

En cada comunidad se realizó un análisis de los datos estadísticos, los presupuestos, el marco legislativo y la documentación disponible en las páginas web de las administraciones correspondientes. Asimismo, se entrevistó a las administraciones responsables, a profesionales del sistema de protección, expertos académicos y a entidades colaboradoras, así como a instituciones responsables de la vigilancia del cumplimiento de los Derechos del Niño a nivel estatal y en los distintos territorios. En total se entrevistó a 160 personas.

Asimismo, se realizó un trabajo de campo consistente en la visita a un mínimo de dos centros de protección en cada comunidad autónoma, con un grupo focal con los niños, niñas y adolescentes residentes en cada centro y un grupo focal a familias acogedoras del programa de acogimiento familiar de cada comunidad. La guía recoge testimonios de estas entrevistas y grupos focales.

Uno de los dos objetivos de esa investigación era identificar referentes de buena práctica y establecer recomendaciones de mejora de la atención a los niños, niñas y adolescentes en acogimiento familiar y residencial en España. Para ello elaboramos el segundo documento que presentamos hoy El acogimiento como oportunidad de vida. Esta guía, como dice su subtítulo, es una guía de “Referentes de buena práctica y recomendaciones para una atención idónea a los niños, niñas y adolescentes en acogimiento familiar y residencial”. Recoge todos los modelos de buena práctica identificados en las diferentes comunidades autónomas, así como un marco de trabajo de referentes de buena práctica que puedan guiar la mejora de la atención en acogimiento familiar y residencial.

Este trabajo fue realizado por el equipo de Espirales Consultoría de Infancia, Pepa Horno Goicoechea y F. Javier Romeo Biedma, junto con Áurea Ferreres Esteban, Lourdes Juan Torres, Hernán Valobra Marchi e Itziar Fernández Cortés. Vaya desde aquí nuestro reconocimiento y profundo agradecimiento a todos ellos sin quienes este trabajo habría sido imposible de realizar, no solo por su envergadura sino por lo sensible de su contenido y la realidad que se analizaba. Queremos también agradecer al Equipo de Incidencia Política y Estudios de UNICEF Comité Español su confianza en nosotros y la claridad de su opción al visibilizar un tema tan necesario como escasamente atendido hasta ahora.

Pero también queremos desde aquí dar las gracias a cada una de las personas que colaboró e hizo posible este trabajo. A las administraciones públicas y sus responsables técnicos que nos apoyaron y colaboraron en su realización, a cada uno de esos 160 profesionales que entrevistamos, a cada familia de los grupos focales que brindó testimonio valiente y honesto de su proceso como familias acogedoras y sobre todo, a todos y cada uno de los niños, niñas y adolescentes que nos dijeron en los grupos focales: “Cuenta esto”. Lo contamos lo mejor que pudimos y supimos, y esperamos que todos ellos así lo sientan.

A partir de aquí, ahora que el trabajo está publicado, sólo nos queda desear que sea una herramienta útil para la mejora de la atención a los niños, niñas y adolescentes en acogimiento familiar y residencial en España.

Pepa y Javier

Informe “Son niños y niñas, son víctimas” sobre trata infantil en España

El miércoles pasado tuve el honor de asistir a la presentación del informe Son niños y niñas, son víctimas. Situación de los menores de edad víctimas de trata en España, realizado por el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid (las autoras son María José Castaño Reyero y Ana Pérez Adroher) con la colaboración de UNICEF Comité Español.

Desde Espirales CI damos la bienvenida a este documento que combina tres elementos básicos.

Por un lado, es una llamada de atención a la sociedad a todo tipo de profesionales sobre esta temática tan invisible. Fue una satisfacción ver a profesionales con tanta implicación en este ámbito, y ver también cómo este problema ha aparecido en diversos medios de comunicación. Queda mucho trabajo por delante, pero nombrar las cosas es un primer paso.

Por otro lado, el documento ofrece una conceptualización muy completa de la casuística los niños, niñas y adolescentes víctimas de trata en España: mayoritariamente chicas adolescentes para la explotación sexual, pero también chicos, y niños y niñas de menor edad, y explotación laboral, mendicidad, y matrimonios forzosos. Y, muy interesante, los hijos e hijas de mujeres víctimas de trata, que a veces son rehenes de las organizaciones criminales, tanto aquí en España como en sus países de origen, y que sirven para ejercer el control sobre sus madres.

Por último, cinco conclusiones que son cinco pasos a dar a partir del informe:

  • Que los hijos e hijas de mujeres víctimas de trata sean considerados también víctimas de trata (con todos sus derechos de protección especial).
  • La necesidad de que los niños y niñas víctimas de trata sean identificados, prioritariamente, como niños y niñas, con todos los derechos que les están reconocido como tales.
  • La importancia de la creación de un registro de coordinación de todas las víctimas de trata a nivel estatal.
  • La urgencia de que existan recursos específicos para niños, niñas y adolescentes víctimas de trata, que no pueden ser de protección general, porque las redes de trata los localizan y los recuperan.
  • La formación de profesionales que tienen contacto con niños, niñas y adolescentes víctimas de trata (desde Espirales CI hemos impartido ya varias formaciones al respecto, y ofrecemos recursos en las entradas de blog sobre la temática de la trata).

También han creado un vídeo que resume algunas conclusiones principales de forma breve, para un difusión rápida.

Felicitamos pues a todas las entidades y personas que han hecho posible la aparición de este informe y recomendamos su lectura detallada.

F. Javier Romeo

“Los municipios ante la violencia entre niños, niñas y adolescentes”, guía de actuación para los municipios de UNICEF Comité Español

La violencia entre niños, niñas y adolescentes es una problemática que está siendo mayoritariamente abordada como un problema escolar y a menudo también como un sufrimiento que afecta solo a las familias directamente implicadas. Sin embargo, esta concepción es muy limitada. La violencia entre niños, niñas y adolescentes es un problema que afecta a toda la comunidad, que trasciende a la escuela y que tiene lugar en todos los ámbitos de convivencia entre niños, niñas y adolescentes. Una violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes residentes en los municipios ante la que los municipios han de asumir su parte de responsabilidad a través de un rol activo en la prevención, detección y coordinación de la actuación ante la problemática.

unicef_municipios_ante_la_violenciaPor eso hoy estoy feliz de poder difundir la guía Los municipios ante la violencia entre niños, niñas y adolescentes. Guía de actuación ante las diferentes formas de violencia entre niños, niñas y adolescentes en el ámbito municipal que hemos elaborado Áurea Ferreres y yo para UNICEF Comité Español en su programa Ciudades Amigas de la Infancia.

La guía se elaboró con tres objetivos básicos:
1. Lograr que se visibilice la violencia entre niños, niñas y adolescentes como un problema comunitario, no solo escolar.
2. Promover un rol activo y responsable de los municipios en el diseño de estrategias de prevención y detección eficaces.
3. Visibilizar las diferentes manifestaciones de la violencia entre niños, niñas y adolescentes.

La idea fue elaborar una herramienta breve y útil que brinde al personal técnico que trabaja en los municipios en cualquiera de los ámbitos relacionados con infancia y adolescencia un marco de actuación para el diseño de acciones de prevención, detección y actuación ante la violencia entre niños, niñas y adolescentes.

La guía recoge enlaces a materiales de referencia y experiencias de buena práctica que ya se están desarrollando en otros municipios y que pueden servir de referencia para impulsar nuevas acciones en otros municipios, así como entrevistas con algunos actores clave.

Es, por lo tanto, un material que pretende ante todo ser útil y eficaz. Desarrolla los contenidos clave a trabajar en la prevención, así como las acciones más importantes a impulsar en los municipios tanto en la prevención como en la detección de los casos de violencia entre niños, niñas y adolescentes.

entrevista_unicef_pepa_horno_2016La guía está disponible en tu totalidad a en la web del programa Ciudades Amigas de la Infancia de UNICEF. Esperamos que su contenido, así como la entrevista que acompaña su presentación os resulten útiles.

Quiero agradecer a UNICEF Comité Español y a su equipo la confianza depositada en nosotras para la realización de este trabajo. Gracias por una propuesta que detecta una necesidad a la que hemos tratado de dar una respuesta de calidad. Y gracias a las personas que contribuyeron a él con sus conocimientos en las entrevistas realizadas en el marco del proyecto, así como a Carlos Becedóniz por su revisión.

No siempre el trabajo que hago y hacemos tiene un reflejo tan concreto y tan visible. Solo espero que contribuya a su fin último: transformar los municipios en espacios afectivos y protectores para los niños, niñas y adolescentes que viven en ellos. Lugares donde no tengan miedo ni necesiten esconderse ni ocultarlo, donde puedan pedir ayuda porque haya una red tejida a su alrededor de familias y profesionales conscientes, formados y dispuestos a actuar y no mirar para otro lado.

Pepa Horno

Artículo de Pepa Horno: “Un análisis crítico sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España” en la Revista de Pediatria Integral

pepa-horno-analisis-critico-2016-rpiEs un placer para mí difundir el último artículo que he publicado en el número 10 de la revista Pediatría Integral, (de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, SEPEAP) con motivo de su 20 aniversario, titulado “Un análisis crítico sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España”. El artículo está disponible on line aquí y forma parte del trabajo de incidencia política y sensibilización social que desarrollamos desde Espirales CI sobre esta problemática hace años.

El artículo desarrolla un análisis crítico de los avances y temas pendientes referentes a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España, poniendo un especial énfasis en la intervención desde el ámbito sanitario. El objetivo es dar una visión global de la problemática poniendo el énfasis en algunas de sus vertientes menos atendidas social e institucionalmente en nuestro país.

En un momento en que está habiendo una transformación real de la sensibilización social e institucional hacia esta problemática, debemos ser rigurosos a la hora de reflejarla y eficaces en su abordaje. Existen aspectos clave que siguen sin ser priorizados, como los niños y niñas fallecidos por muertes violentas, el abordaje insuficiente del maltrato psicológico y la negligencia (que son sin embargo las dos formas de maltrato más habituales) o la dificultad en la detección de los indicadores internalizados que presentan los niños y niñas víctimas de maltrato, entre otros aspectos. Además siguen existiendo limitaciones estructurales de la respuesta institucional ante esta problemática como la ausencia de un registro sistematizado, la ausencia de la temática de violencia contra la infancia en los currículos universitarios de todos los profesionales que trabajan directamente con niños y niñas o los problemas que siguen existiendo en la coordinación interdisciplinar e interinstitucional.

Dar una respuesta a los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia es una obligación legal, ética y social. Espero que este artículo sea una pequeña contribución para ello.

Pepa Horno

Entrada “Amor y violencia” de Pepa Horno en el blog de incidencia política de Save the Children

En este comienzo de año, desde Espirales CI queremos retomar la entrada “Amor y violencia” que escribí justo antes de las vacaciones para el blog de incidencia política de Save the Children. Esta organización está desarrollando un importante trabajo de incidencia política de cara a lograr una ley integral sobre la violencia contra la infancia en España, que es una de las demandas básicas en las que coincidimos y a las que hemos hecho referencia en varios de nuestros posts de incidencia política.

Cuando me pidieron participar en ese espacio, y teniendo como telón de fondo el trabajo que se está desarrollando sobre el tema en la subcomisión del Congreso de los Diputados, me pareció esencial enfatizar la violencia contra los niños, niñas y adolescentes cuando es ejercida en el marco de una relación afectiva. Hablo de la violencia que viven en sus familias, en sus amistades, en sus primeras parejas, o por parte de sus educadores o adultos cercanos y queridos. De esa violencia que les lleva a unir dentro de sí el amor y la violencia, a naturalizarla, a justificarla, a callarla, que les obliga a desarrollar mecanismos patológicos de disociación para poder sobrevivir y les lleva a vivir aterrorizados. Una violencia que adquiere una mayor gravedad tanto de cara a las secuelas en su desarrollo como a la dificultad en la detección y revelación de esa violencia que están viviendo.

Este post enlaza con este otro post en el que resumimos nuestras demandas sobre el tema para esta subcomisión del Congreso de los Diputados. Desde Espirales CI trabajamos en varios espacios de incidencia, formación y asesoramiento para poner rostro al dolor de los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia. Esta colaboración es para nosotros parte natural de ese trabajo.

Pepa

Una mirada política a la violencia contra la infancia en España

El pasado 26 de junio de 2014 el Congreso aprobó por fin la creación de una subcomisión para estudiar la violencia contra la infancia en España. Ese mismo día publiqué varios tweets seguidos en mi cuenta personal @pepahorno, que voy a utilizar para encabezar el contenido de este post. Los transcribo literalmente permitiéndome aquí, que no tengo el espacio limitado por el número de caracteres como en los tweets, añadir los artículos y no utilizar abreviaturas.

Decía así:

(1) Crean subcomisión en el Congreso para el estudio de violencia contra la infancia en España. Aún recuerdo la primera ponencia sobre el tema en el Congreso, era el año 2006…

(2) Bienvenida sea, pero en los temas de infancia los tiempos son siempre demasiado largos. ¿Por qué será…?

(3) ¿Acaso la protección a la infancia es una cuestión de rédito político? Es una obligación legal, además de una de las medidas del valor de una sociedad.

(4) Ya en aquel momento los diputados dijeron que las cifras que dábamos eran demasiado duras, que había que hacer algo, que iban a crear una comisión…

(5) Así que en días como hoy me sale hacer memoria y reafirmar que hay luchas que merecen la pena.

En lo que dije me equivoqué en un dato. No era el año 2006, era el 24 de junio del 2005. Unicef organizó unas jornadas con motivo del Estudio de Naciones Unidas sobre Violencia contra la Infancia en el Congreso, a las que fui invitada como ponente, representando el trabajo que por entonces hacía en Save the Children. Mi cometido era dar una panorámica a las y los diputados de las formas de violencia más graves y más comunes contra los niños, niñas y adolescentes que se daban en España. Estábamos muchos de los que entonces ya llevábamos años trabajando para prevenir y erradicar esta problemática (muchos de nosotros seguimos en el empeño y a nuestro trabajo se ha unido el de otros muchos) y diputados de casi todos los grupos políticos presentes en el Congreso entonces.

Han pasado nueve años. Y tal y como expuse en mi último tweet hay luchas que merecen la pena. La sensibilidad social hacia el sufrimiento de los niños y niñas en nuestro país es hoy incomparablemente mayor que entonces, el reconocimiento institucional de la gravedad del problema significativamente más evidente y algunas de las problemáticas que mencioné entonces en mi exposición como fenómenos ausentes siquiera del debate público y político son hoy parte de él, como por ejemplo los niños y niñas víctimas de trata en España, cuya existencia muchas instituciones negaban en aquel entonces, o los niños y niñas víctimas de la violencia de género que no eran siquiera reconocidos institucional, social, política y legalmente como tales en ese momento.

Pero, aun reconociendo los avances innegables logrados en estos años: avances legislativos, institucionales y sociales, es evidente que la violencia contra la infancia sigue sin ser priorizada políticamente con la urgencia que debiera un problema de semejante magnitud. Tanto más si resulta que el Estado es el garante último de la protección de esos niños, niñas y adolescentes. De aquellos que no pueden defenderse por sí mismos, y dependen de la coherencia y valentía de quienes están en posición de poder tomar las decisiones pertinentes para protegerles.

Así que si va a haber una comisión, si por fin es cierto que las y los diputados del Congreso van a realizar un estudio en condiciones sobre la dimensión del dolor que viven miles de niños y niñas en nuestro país, entonces quiero exponer algunos de los aspectos que me parecen más graves y urgentes para abordar. Lo hago por coherencia personal y por lo que pueda aportar al debate y al trabajo de esa subcomisión y a las decisiones políticas que de ella se puedan derivar. Porque de eso se trata: de lograr una mirada política sobre esta problemática. Una mirada política que conlleve consciencia y compromiso e impida seguir mirando para otro lado cuando se trata del sufrimiento de los que no siempre pueden hablar y desde luego no pueden votar.

Tal y como dije en el 2005 a los diputados, las problemáticas que elegí para exponer no eran las únicas, tampoco son estos los únicos datos sobre la violencia contra la infancia en España que se pueden dar, pero sí creo que son los datos que no podemos obviar.

1. La mayoría de la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes en nuestro país la viven en el entorno familiar. En los últimos años se ha estudiado mucho fenómenos como el bullying o la explotación sexual infantil, pero las estadísticas y la investigación es persistente: la violencia que se ejerce contra la infancia en España la ejercen mayoritariamente personas que los niños y niñas conocen y quieren, de su familia o de un entorno muy cercano o íntimo. No son en su mayoría desconocidos ni redes de delincuencia.

2. La violencia contra los niños, niñas y adolescentes en nuestro país no es un problema de inmigración. Existe la creencia de que la mayoría de los agresores y agresoras son adultos de nacionalidad extranjera, pero no es así. Son ciudadanos y ciudadanas españoles.

3. Es necesario visibilizar a los niños varones víctimas de violencia. Existe una creencia muy arraigada en la sociedad, pero también entre los profesionales, de que la mayoría de las víctimas de violencia son niñas. Sin embargo, salvo en el caso de abuso sexual infantil (e incluso en ese habría mucho que hablar sobre el tema) esta creencia no es exacta. Es necesario visibilizar la violencia que están sufriendo los niños varones y desarrollar estrategias específicas para abordarla.

4. En nuestro país están siendo “matados” más niños y niñas de los que queremos imaginar. No es que mueran, es que mueren de forma violenta a manos de otra persona. Sin embargo, no existen datos sistematizados sobre la dimensión de esta problemática, no ya de la violencia en general, sino de los niños y niñas que han fallecido por causas violentas en nuestro país. Sencillamente nadie los ha contabilizado. Y tampoco hay forma de saber quién los ha matado. Si quieren saber más de este tema, lean aquí.

5. Las formas de violencia contra la infancia más frecuentes en España son el maltrato psicológico y la negligencia. No estamos hablando, por tanto, sólo de violencia física, sino de niños y niñas que crecen pensando que son inútiles, indignos de que nadie los quiera, solos y asustados, que dejan de hablar, de comer o de dormir de puro miedo aunque nunca les pongan la mano encima. O niños y niñas que aprenden a ser adultos y cuidar de quien debió cuidar de ellos, que se interponen para defender a otros de una agresión demasiado habitual, que saltan aterrorizados al sonar la llave en la puerta de casa. La violencia, sea cual sea la víctima, empieza mucho antes de ponerle la mano encima a una persona. Y en eso la violencia contra la infancia no es una excepción.

6. Los datos referentes a violencia cometida por menores a otros menores o adultos han adquirido mucha más visibilidad en los últimos años, pero no representan la mayoría de los casos de violencia. Quienes ejercen mayoritariamente la violencia en España son los adultos, hombres y mujeres, y los niños y niñas son las víctimas. Visibilizar la violencia cometida por los niños, niñas y adolescentes es necesario, no sólo por las víctimas de esa violencia, sean niños o adultos, sino porque un niño, niña o adolescente que ejerce violencia necesita atención terapéutica también. Pero no puede ser la excusa para invisibilizar la mayoría de los casos, que son aquellos en los que la violencia la ejercen los adultos.

Y si después de asumir estos datos, de dejar de negar la evidencia y el sufrimiento que esconden tras ellos, se preguntan qué se puede hacer, tengan presente que hace tiempo que sabemos cómo disminuir ese dolor. Hay experiencias evaluadas, sostenibles y eficaces en la erradicación de la violencia contra la infancia. Lo que aún no hemos logrado es la voluntad institucional para desarrollarlas e implementarlas en la medida que nos haría falta en España.

¿Cuáles son las claves?

1. Coordinación institucional. Coordinación entre las diferentes Comunidades Autónomas para unificar unos estándares de calidad en la atención a los niños y niñas víctimas de violencia. Coordinación entre los servicios de protección a la mujer y los servicios de protección al menor para que puedan trabajar de la mano y no a la defensiva. Coordinación entre el ámbito educativo, sanitario, social, policial y judicial bajo el paraguas de protocolos de actuación comunes que vayan más allá del papel.

2.La especialización adecuada y suficiente de los profesionales que atienden a los niños y niñas víctimas de violencia, incluida la creación (o sostenimiento en el caso de que los que ya existen) de los servicios de evaluación y tratamiento especializados en cada Comunidad Autónoma que atiendan a los niños y niñas víctimas de violencia, estén o no en situación de desprotección, tanto en el ámbito administrativo, como en el policial, el sanitario y el judicial. Todo niño o niña víctima de violencia, haya sido ejercida esta por quien haya sido, se encuentra en una situación de riesgo. Y como tal debe garantizársele una atención adecuada que no dependa de los ingresos de sus familias.

3. Un procedimiento judicial que realmente anteponga el interés superior del niño a cualquier otro criterio jurídico. Este es un aspecto que implica una gran variedad de procedimientos judiciales y administrativos, por ello no me voy a extender. Si quieren saber más sobre este tema, lean aquí.

4. Contabilizar todos los datos referentes a violencia en sus diferentes dimensiones de forma unificada e incluyendo los datos de las víctimas, no sólo de los autores de los delitos. Esto incluye un registro de casos de maltrato que sea una realidad obligada para las Comunidades Autónomas, no voluntaria. Que los registros del ámbito policial y judicial sistematicen los datos referentes a las víctimas y no sólo a los autores de los delitos, para que podamos saber cuántos delitos violentos se comenten contra niños, niñas y adolescentes en nuestro país.

5. Incluir programas de educación afectivo-sexual en las escuelas y programas de apoyo psicosocial a las familias en los primeros años de vida del niño que vayan, poco a poco, transformando las creencias que existen en nuestra sociedad, que son las que posibilitan, promueven y legitiman la violencia contra niños, niñas y adolescentes. El trabajo de sensibilización y cambio de actitudes es lento pero imperativo.

Soy consciente de que cada uno de los puntos mencionados daría para hablar horas. Pero para mí, y para todo el equipo de Espirales CI, es importante el trabajo de incidencia política que ha habido estos nueve años (y mucho antes de eso) y el que seguiremos haciendo. Para honrar el dolor de los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia y sus familias. Pero también el dolor de los hombres y las mujeres adultos que guardan dentro el sufrimiento que sufrieron cuando eran niños o niñas y nadie vio. El de los niños y niñas que sufrían en el 2005 y ya se han hecho adultos, en unos casos acompañados y sostenidos, en muchos otros solos. Y el dolor de los y las profesionales que trabajan a diario para aliviar su sufrimiento sin contar para ello con los recursos institucionales, humanos y económicos necesarios. Y por qué no, para que los miembros de esa subcomisión, pertenezcan al partido que pertenezcan, nunca puedan decir que no lo sabían.

Pepa

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