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Investigación “Llegar a tiempo. Niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España” realizada por Espirales CI para Aldeas Infantiles SOS España

Una de las líneas de trabajo más importantes que desarrollamos desde Espirales CI son los estudios e investigaciones sobre el ámbito de protección. Nuestro propósito es brindar elementos de reflexión técnica para la mejora de la atención a niños, niñas y adolescentes por parte del sistema de protección. Es una línea de trabajo que completa las de formación y supervisión de equipos de profesionales en distintos ámbitos y recursos que existen dentro del sistema.

Trabajamos desde un Enfoque de Derechos del Niño y de protección integral. Consideramos que la protección no es solo la erradicación de toda forma de violencia contra niños, niñas y adolescentes sino la generación de entornos seguros y protectores que permitan su desarrollo pleno así como el ejercicio de sus derechos humanos. Creemos en el cambio social e institucional que se va dando en cualquier ámbito al transformar esos entornos y al crear consciencia al respecto en los responsables de los mismos. Los estudios e investigaciones que realizamos son para el equipo de Espirales CI un modo de crear dicha consciencia en los responsables técnicos y políticos.

Por eso la oportunidad que nos ofreció Aldeas Infantiles SOS de España de realizar una investigación sobre la atención a los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España nos pareció tan certera como oportuna por parte de la entidad desde la legitimidad de su trabajo en el sistema de protección a través de sus programas de preservación familiar y acogimiento familiar y residencial.

El informe Llegar a tiempo. Niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España es el resultado de una investigación que duró un año y medio realizada en una muestra de 150 municipios de toda España. Estos municipios fueron elegidos de forma aleatoria y componen una muestra representativa a nivel estatal. En la muestra hay municipios rurales y urbanos, de todos los tamaños poblaciones y de todas las Comunidades Autónomas (y las dos Ciudades Autónomas) de forma proporcional al número de habitantes y expedientes de protección de cada Comunidad Autónoma. Se puede descargar en dos formatos:

El informe refleja una diversidad tal en la intervención que se realiza con los niños, niñas y adolescentes en riesgo en España que no hay variable ninguna, ni la comunidad autónoma, ni el tamaño poblacional, que pueda explicar las diferencias extremas entre un municipio y otro a la hora de evaluar los recursos de los que dispone para atender a los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en su territorio. Una vez más, un niño, niña o adolescente en situación de riesgo va a ver garantizado su derecho a la protección de forma diferente según el municipio donde viva.

El informe deja también constancia de la falta de sistematización y accesibilidad de los datos del sistema. Por ejemplo, hubo una tercera parte de los municipios que no pudieron dar el dato de cuántos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo tenían en su municipio, solo 19 de 150 supieron decirnos cuántos de los niños y niñas con los que se había intervenido habían acabado en situación de tutela por desamparo, y fue imposible averiguar el presupuesto dedicado por cada municipio a atender a estos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo. La ausencia de datos y la dificultad de acceso a los mismos convierte al sistema en imposible de evaluar.

Y luego están las cuestiones técnicas referentes a la intervención. No es objeto de esta entrada resumir todos los datos del informe porque el equipo investigador al completo lo que desearía es que se leyera en su totalidad. Pero sí queremos indicar algunas cuestiones que nos parecen especialmente preocupantes. Hay tres elementos que son claves si queremos realizar una intervención eficaz que pueda erradicar la situación de riesgo a tiempo:

  • El trabajo en red en el municipio que logre incorporar a la comunidad de una forma real en esa intervención. Ese trabajo en red solo lo encontramos en una tercera parte de los municipios estudiados.
  • La intervención desde la prevención primaria y en los tramos de edad más tempranos. Encontramos sin embargo un sesgo de edad en los recursos, la gran mayoría de ellos están dedicados a la adolescencia y la mayoría de los municipios no contemplaban la prevención como parte del trabajo en situación de riesgo. El continuo entre prevención, vulnerabilidad y riesgo no existía en la mayoría de los municipios analizados.
  • Una mirada positiva del sistema hacia las familias. Encontramos un sistema con una mirada más evaluadora que reparadora o de acompañamiento, que vincula el riesgo a la “falta de capacidades parentales” obviando otro tipo de situaciones de conflicto social o de riesgo, y que sigue uniendo riesgo a exclusión social, centrando la intervención en vulnerabilidad en la vulnerabilidad económica.

Para nosotros la publicación de este informe  llega más tarde de lo que hubiéramos deseado por las circunstancias en las que estamos. Fue realizada entre mayo de 2018 y mayo de 2019 y solo se pudieron recabar los datos que los municipios tenían disponibles entonces que corresponden al periodo de 2017 (y en algunos casos de 206). Pero aun así, creemos que por su novedad y la amplitud y representatividad de la muestra supone una oportunidad. La oportunidad de mirar con rigor y tranquilidad justamente la parte más necesaria del sistema de protección, la que interviene para evitar el desamparo, la que previene el dolor, el daño y el sufrimiento de los niños, niñas y adolescentes, o como mínimo logra minimizarlo antes de tomar otro tipo de medidas drásticas. Esa parte del sistema que se creó para garantizar el derecho que recoge la Convención sobre los Derechos del Niño y nuestra propia legislación estatal y autonómica: el derecho a crecer con su familia y en un entorno seguro y protector. Esperamos que el informe suponga una herramienta de consciencia.

Y no podemos acabar esta entrada de presentación sin dar las gracias a Violeta Assiego, Itziar Fernández, Áurea Ferreres, Lourdes Juan y Santiago Míguez, sin cuyo trabajo hubiera sido imposible desarrollar esta investigación. Gracias por habernos enseñado tanto. Desde Espirales CI siempre hemos creído en el trabajo en red para garantizar la legitimidad de lo que hacemos, y caminar de vuestra mano ha sido un privilegio.

Igualmente gracias a Aldeas Infantiles SOS España y especialmente a quienes han colaborado en la investigación y en su divulgación por la confianza que pusieron en nosotros, sin la cual este informe hubiera sido imposible. Gracias por el privilegio de este camino compartido.

Pepa Horno y F. Javier Romeo

Cómo acompañar la fragilidad después del confinamiento por COVID-19

Durante estos meses de la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, desde Espirales CI hemos intentado aportar desde lo que sabemos hacer. Hemos ido tratando de responder a la demanda de acompañamiento emocional, supervisión y asesoramiento de equipos profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes en el ámbito de protección, en servicios sociales y en el educativo mayoritariamente. Además, hemos mantenido a nivel individual el acompañamiento emocional en el ámbito personal y terapéutico.

A lo largo de todo este tiempo han ido surgiendo reflexiones que hemos compartido en nuestros espacios personales, tanto Pepa Horno en su blog personal como F. Javier Romeo en su blog Conexión más Auténtica. Pero como sucede a menudo en nuestra trayectoria, lo personal se cruza con lo profesional, así que no queremos comenzar las vacaciones del verano sin compartir en este espacio algunas de esas reflexiones que tienen todo que ver con el diseño y planificación de medidas que van a ser necesarias para acompañar a los niños, niñas y adolescentes en otoño.

La primera reflexión es que nos equivocaremos si intentamos volver a la vida y al mundo pre-COVID-19. No solo porque es imposible, el mundo ha cambiado de una manera significativa que no permite el regreso ni el olvido. Sino porque puede ser destructivo. Hay algunos aprendizajes que ha traído esta pandemia que no deberíamos olvidar y que nos impelen a transformarnos. Sin embargo, percibimos que tanto a nivel personal, como social e institucionalmente se están desarrollando las medidas en muchos casos desde un enfoque de provisionalidad a la espera de la vacuna que permita volver al mundo que teníamos. Y creemos que es un error.

El COVID-19 nos ha hecho conscientes de nuestra vulnerabilidad. Siempre fuimos vulnerables, pero vivíamos de espaldas a ello desde una vivencia de omnipotencia generada por la falsa sensación de control. Creíamos que controlábamos nuestras vidas, y que el mundo funcionaba por unas reglas que si las seguíamos las cosas encajaban. Sin embargo, un virus ha sido capaz de poner nuestra vida “patas arriba” y demostrar la fragilidad del sistema social, económico e institucional que habíamos construido. La vulnerabilidad, y el miedo que conlleva, se han convertido en evidencia. Y aún no somos capaces de medir las consecuencias de ese cambio a nivel social e institucional. No deberíamos ser tan ingenuos de pensar que esa vivencia no va a transformar las relaciones sociales, la toma de decisiones individual, el estado de la salud mental y afectiva de las personas tanto como las decisiones políticas e institucionales.

La segunda reflexión implicaría algunas claves que son necesarias para esa transformación a nivel profesional e institucional:

1. Necesitamos generar estructuras flexibles. El COVID-19 nos ha obligado por primera vez a trabajar de forma global en una situación de pandemia, de emergencia. Si por algo se caracterizan las intervenciones eficaces en una situación de emergencia es por su flexibilidad. Tenemos que mantener ese criterio y generar estructuras, proyectos, espacios que sean flexibles, fáciles de modificar y adaptar a diversas situaciones y poblaciones. Y esto se aplica desde a la construcción y sus materiales (¿qué tal si nos fijamos en la arquitectura que puede moverse y transformarse?), a los espacios físicos (abiertos, con flexibilidad en su uso, que permitan movimiento…), al diseño de programas e intervenciones en cualquier ámbito laboral (programas que contemplen mecanismos de transformación internos), a los modelos de trabajo (el presencial, el teletrabajo, las conexiones, etc.) o a la formación profesional (dejar de contemplar la formación especializada como el objetivo último y pasar a contemplar como necesarios perfiles más generalistas que puedan mantener una visión global, como sucede con la especialidad de medicina interna dentro del ámbito médico).

Veamos un ejemplo claro del que se está debatiendo mucho ahora mismo: la escuela. Las medidas que se están planteando ahora mismo tienen que ver con cómo seguir haciendo lo que se estaba haciendo pero implementando las medidas de seguridad que se contemplaban. Eso es imposible. Nos toca transformar la educación. Los espacios de las escuelas, hacerlos abiertos y modulares, olvidando el aula; las metodologías de trabajo implementando de una vez por todas la educación por proyectos en todo el ciclo educativo; los espacios abiertos que faciliten la integración en la naturaleza y no el cemento en los patios. Se trata de pensar en una escuela diferente en muchos sentidos. No en la misma escuela que teníamos solo que garantizando distancia social. Si algo hemos aprendido sobre la escuela gracias al COVID-19 es a verla como lo que siempre fue y en muchos casos habíamos olvidado: una estructura protectora, que genera equidad e integración social, además de aprendizaje. Educación y distancia social no son compatibles porque la base del proceso educativo es la relación humana, tanto entre quien educa y los chicos y chicas como entre ellos mismos.  Y no hablamos solo del papel del desarrollo sensomotor y el contacto físico en las escuelas infantiles sino de todos los ciclos educativos.

2. Necesitamos contemplar la provisionalidad como una de las pocas constantes seguras. No podemos seguir planificando proyectos, estructuras o planes inamovibles. Los niños, niñas y adolescentes deberán aprender a moverse físicamente, a cambiar de lugar geográfico, de casa, de vida, como los adultos a cambiar de trabajos o de residencia. El mundo post-COVID-19 hace muy difícil la permanencia. Nuestras generaciones fueron educadas para seguir un largo plazo, para planificar su vida (y no hablamos solo de las hipotecas, sino de la vida laboral y personal) y para medir los avances a través de la capacidad de consumo. Ninguno de esos criterios van a ser criterios de éxito en el mundo post-COVID-19. Se trata de enseñar a fluir, a cambiar, a no agarrarse a las posesiones ni a los lugares. Y nos va a costar mucho, porque fuimos educados para lo contrario, especialmente aquí en Europa.

3. Necesitamos volver a lo pequeño. En todos los sentidos y realidades. Lugares pequeños, estructuras pequeñas, grupos pequeños, organizaciones pequeñas. No solo estamos pensando en cosas que se han comentado mucho estos días, como la necesidad de transformar las grandes ciudades, los centros comerciales o los lugares de ocio masivos por los peligros que puedan conllevar. Pensamos en las estructuras de funcionamiento, los proyectos de intervención social, sanitario, educativo, las estructuras de convivencia y muchas otras cuestiones. Para nosotros uno de los aprendizajes clave que nos deja el COVID-19 de una forma muy literal es que solo lo pequeño es sostenible. Volviendo a poner el ejemplo de la escuela, pensemos en escuelas de 1200 alumnos o en escuelas de 300, de cuatro lineas o de una. Pero pensemos en los equipos de trabajo donde cuando los niveles de decisión son muy complejos se pierde la eficacia de cualquier medida además de lentificarse e institucionalizarse. Lo “pequeño” tiene muchos vértices, muchos rostros, muchas cosas de las que podríamos hablar en este punto.

4. Y por último pero no menos importante, necesitamos fortalecer la comunidad. Una sociedad se articula en torno a tres niveles: el individuo, la comunidad y el sistema. En los diferentes continentes se han desarrollado estructuras sociales que priman uno o dos de sus niveles, perdiendo el tercero. En unos países se prima la comunidad y el sistema, allá donde existe, sobre el individuo. En otros países de sobrevive desde la comunidad y el individuo porque los sistemas sociales son débiles y vulnerables. En nuestra realidad, donde podríamos incluir a Europa y America del Norte se prioriza el individuo y el sistema perdiendo la comunidad. Y la comunidad tiene un rol protector esencial que surge siempre en las situaciones de crisis o de emergencia. Cuando las personas tienen una red afectiva sólida tienen menos probabilidades de caer en situaciones de exclusión social o vulnerabilidad económica. Cuando las sociedades tienen estructuras de participación comunitaria eficaces los barrios y las ciudades se humanizan y se transforman. La red afectiva es una de las condiciones innegociables de la protección del individuo que no puede ser sostenido solo desde el sistema. Y esa red afectiva se fortalece y se asienta en la comunidad. El mundo post-COVID-19 nos obliga a mirar hacia las comunidades donde vivimos: desde cambiar el modelo de familia nuclear recuperando el papel de la familia extensa hasta incorporar las estructuras de participación comunitarias en cualquier nivel de intervención institucional.

Seguro que hay muchos más elementos, pero para nosotros desde Espirales CI estos son elementos constitutivos que deben estar presentes en cualquier decisión organizacional o institucional que se tome en estos meses. Con ellos queremos finalizar esta serie de entradas que incluyen los diferentes materiales, recursos y videos que hemos elaborado tanto para diferentes contextos de intervención (educación, protección, servicios sociales) como geográficos (España, América Latina). Esperamos haber logrado nuestro propósito que no fue otro que acompañar a las y los profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes y sus familias.

Un abrazo grande,

Pepa Horno y F. Javier Romeo

“Cuaderno para la acción en el post-confinamiento” de UNICEF España

El confinamiento por la emergencia sanitaria por coronavirus ha sido un experiencia muy complicada para los niños, niñas y adolescentes, para sus familias y para los equipos profesionales que les acompañan en su vida y en su desarrollo. Ahora que se van relajando las medidas sanitarias y que se plantea la vuelta a una “nueva normalidad”, es necesario tener en cuenta los distintos aspectos que les afectan.

UNICEF España, desde su programa de Ciudades Amigas de la Infancia, han publicado el Cuaderno para la acción en el post-confinamiento. Medidas para la creación de entornos protectores de cuidado y recreación para la infancia y adolescencia para abordar la nueva realidad desde un enfoque de derechos para cada niño, niña y adolescente. Es un honor que hayan contado la metodología de “Entornos Seguros y Protectores” que hemos desarrollado desde Espirales Consultoría de Infancia, y que además nos hayan invitado a colaborar en su aplicación a los espacios donde los niños, niñas y adolescentes van a empezar a asistir.

El documento está explicado brevemente también en esta entrada del blog de Ciudades Amigas de la Infancia, en la que se presenta de forma breve los criterios básicos para que los niños, niñas y adolescentes puedan asistir a espacios públicos y compartidos con seguridad no solo física y sanitaria, sino también a nivel emocional. Para ello es imprescindible contar con profesionales que sepan relacionarse de manera afectiva en estas situaciones, y con una especial atención a la participación, a que los niños, niñas y adolescentes puedan recibir la escucha que necesitan para contar sus vivencias y sus preocupaciones y para proponer sus ideas y sus soluciones.

Esperamos que os resulte de interés, especialmente a quienes trabajáis desde el ámbito municipal, en espacios de atención a público infantil y juvenil, pero también a las familias, para que podáis valorar los espacios a los que lleváis a vuestros hijos e hijas.

Con esperanza y consciencia,

F. Javier Romeo y Pepa Horno

Manual “Acompañando las heridas del alma. Trauma en la infancia y adolescencia” de F. Javier Romeo

Los niños, niñas y adolescentes que pasan por el sistema de protección han sufrido situaciones muy complicadas, tanto que a menudo muestran marcas de trauma. Comprender bien el trauma, saber identificarlo y actuar de forma protectora son responsabilidades profesionales en cualquier organización que trabaje en protección. Por eso ha sido un honor para mí haber escrito este manual, Acompañando las heridas del alma. Trauma en la infancia y adolescencia, que se publica en el marco de un nuevo proyecto con Aldeas Infantiles SOS a través de su Oficina Regional para América Latina y el Caribe.

Dos versiones del documento:

En este manual se recogen los puntos básicos a tener en cuenta respecto a cuatro aspectos:

  • La conceptualización del trauma, desde los aspectos básicos hasta teorías actuales, con los distintos tipos de trauma que se contemplan y la relación entre trauma y vínculo. También hay una reflexión sobre cómo la propia intervención de protección (la entrada en la familia, la retirada de los niños, niñas y adolescentes de sus casas…) puede ser traumática si no se realiza adecuadamente.
  • La identificación del trauma a partir de indicadores, con una atención especial a la disociación (que es un tema que genera mucho interés en las formaciones, y sobre el que suele haber poca consciencia). Además, se analiza en más detalle la influencia del trauma en manifestaciones especialmente difíciles de gestionar: la agresividad y las conductas consecuencia de abuso sexual.
  • La intervención entendida de forma integral:
    • La detección, que se puede realizar desde cualquier ámbito, para derivar a profesionales especialistas que puedan hacer la evaluación.
    • La intervención a nivel de sistemas, utilizando las herramientas ya trabajadas de Entornos Seguros y Protectores, la Disciplina Positiva y la Afectividad Consciente.
    • La intervención más concreta, cosas que se pueden hacer en el día a día desde las modalidades de cuidado alternativo o desde el trabajo comunitario.
    • La intervención terapéutica, que debe ser realizada por especialistas con formación específica en trauma, pero que se puede acompañar desde todos los niveles.
  • El abordaje del trauma a nivel organizacional, con una serie de pautas para el desarrollo de capacidades, la adecuación de los sistemas de actuación ante el trauma en niños, niñas y adolescentes y el posicionamiento institucional necesario para liderar cambios sociales.

El proceso ha sido muy interesante, y entronca con el trabajo previo que llevamos haciendo desde Espirales Consultoría de Infancia tanto con la Oficina Regional de Aldeas Infantiles para América Latina y el Caribe como para Asociaciones Nacionales. Las entrevistas iniciales y la reunión virtual previa me permitieron preparar el material para la formación que impartí durante tres intensos días de julio en Asunción, Paraguay, a representantes de Aldeas Infantiles SOS de veinte países y de la Oficina Regional. Sus preguntas, comentarios y aportaciones, que agradezco desde aquí, han sido imprescindibles para lograr el documento definitivo.

Espero que os resulte útil a quienes trabajáis con niños, niñas y adolescentes en cualquier nivel, y que os permita identificar mejor los traumas a vuestro alrededor para que, como dice el título, podáis ir “acompañando las heridas del alma” en el proceso de recuperación.

F. Javier Romeo

Otras publicaciones sobre trauma

“Promotion of safe and protective environments” and “Conscious Affectivity as Professional Competence”: two guides created for SOS Children’s Villages (Aldeas Infantiles SOS) in Latin America and the Caribbean

Developing in environments that provide and ensure protection, as well as in spaces that include their particularities and allow them to grow in an integral manner with warm and affectionate coexistence are vital rights for children, adolescents and the youth. That is why protective environments are the main condition for the child’s full development and for the full implementation of children’s rights in every area of their lives. Any organization or institution working with children (alternative care centres, educational centres, schools, hospitals…) should ensure the promotion of safe environments to ensure child care and protection.

The manual Promotion of safe and protective environments at SOS Children’s Villages in Latin America and the Caribbean has been created by Espirales CI for SOS Children´s Villages Regional Office (click here to read the original in Spanish, La promoción de entornos seguros y protectores en Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe). It has been developed to create an evaluation system of indicators to know if an environment is a protective environment or not. It can be used to evaluate the environments in which children are already living or to design new environments. And it is based on four levels:

  • Level 1: a protective and safe physical environment.
  • Level 2: a protective and safe emotional environment.
  • Level 3: the team, conscious adults that provide and maintain the protective and safe environment.
  • Level 4: the prominence of the people living in the environment, including the prominence of children and young people.

But an environment will never be a protective environment if it is not a warm and affective environment. And the duty of creating this warmth belongs to adults in charge of children: the team. So, to ensure the level 3 of protective environments we need to promote the Conscious Affectivity as a Professional Competence. Any professional working with people, specially working with people who are suffering and over all, children who are suffering, need to be affective with them to make them feel safe and cared for. In this way they will recover integrally, and, talking about children, we will ensure their best development. Conscious affectivity is a professional competence and part of the professional duties working in any protection area.

The manual Conscious affection as an organizacional competence at SOS Children´s Villages in Latin America and the Caribbean is a guide to promote conscious affectivity as professional competence in any institution or organization that works with children (click here to read the original in Spanish, La afectividad consciente como competencia organizacional en Aldeas Infantiles SOS América Latina y el Caribe). The competence is developed in five abilities:

  • Affection that is expressed in a way that it can be perceived and received by each person, child or adult.
  • The ability to create positive affection bonds and to keep consciousness regarding the already created affective bonds.
  • A conscious care of planning and development of all phases of the intervention process, with special attention to beginnings and endings.
  • A conscious and respectful look at the person one works with.
  • Addressing situations of conflict from a positive discipline perspective.

Both guides have been a long process of systematization of two key concepts from the child protection perspective. It is not only necessary to understand the importance of the ideas, it is necessary to give tools, indicators and evaluation processes in order to facilitate their implementation.

We want to thank SOS Children´s Villages Latin America and the Caribbean Regional Office, Child Protection Regional Network and the Human Resources Regional Network for their confidence in our work and their essential contribution to these two strategic guides.

We hope that these guides will be interesting and useful for any organization, institution or professional working with people who need  to be safe and cared for.

Pepa Horno

Materials for the Campaign “Child Sexual Abuse Stays Offside” for the prevention and detection of child sexual abuse in sports

Esta entrada es una versión con los materiales en inglés de la entrada original en español, que se puede leer en  https://www.espiralesci.es/materiales-de-la-campana-el-abuso-sexual-infantil-queda-fuera-de-juego/

Child sexual abuse is a reality that affects children and adolescents in several domains of their life. And also in sports.

Therefore, it is for both of us, F. Javier Romeo and Pepa Horno, a big satisfaction our elaboration of the materials of the Campaign “Child Sexual Abuse Stays Offside” (in Spanish “El abuso sexual infantil queda fuera de juego” #abusofueradejuego), a campaign for the prevention and detection of child sexual abuse in sports coordinated by the Spanish High Council for Sports (Consejo Superior de Deportes) and Fundación Deporte Joven.

It has been a long process that has involved getting to know the experiences of sportsmen and sportswomen and of professionals that work in the domain of sports. We have discovered the specificities of the world of sports, both in its most protective aspects and in its risk factors, combined with our experience of de detection and prevention of child sexual abuse in other domains. We have found very useful our conversations with specific people and the collaboration of the wonderful monitoring team gathered by the Spanish High Council for Sports and Fundación Deporte Joven, that has counted with professionals from the UNICEF Spanish Committee, the Council of Europe and the non-profit organisation for protection in sports “Oro, Plata y Bronce” (“Gold, Silver and Bronze”). Their inputs and comments have helped us to adapt the messages to each level of intervention in sports.

The English version of these materials has been prepared by Victoria Kennedy and F. Javier Romeo.

The campaign, that is identified by the hashtag #abusofueradejuego #AbuseStaysOffside, has several materials that can be downloaded directly from the website of the campaign:

  • Three activity guides for the prevention of child sexual abuse for coaches and physical education teachers, that offer guidelines for introducing the ten key ideas through prevention activities that can be done during trainings. They are adapted to three groups:

The key messages are summarized in the main poster and in the bookmarks that can be used with children and adolescents.

Ages 3 to 6 Ages 7 to 12 Ages 13 to 17

All in all, these materials provide a big picture of the diverse aspects that need to be tackled in trainings, matches, competitions and environments in order to reduce child sexual abuse and to detect it quickly when it happens. In that way we can achieve the goal of ensuring that when children and adolescents practice sports, they grow and develop their best abilities while they rest protected and safe.

We hope that you will find them interesting and, above all, useful.

F. Javier Romeo and Pepa Horno

Guía “La afectividad consciente como competencia organizacional en Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe” de Pepa Horno

La guía La afectividad consciente como compentencia organizacional en Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe, redactada por Pepa Horno, que presentamos hoy es la otra pieza clave junto con la guía La promoción de entornos seguros y protectores que difundimos hace unas semanas, del proceso organizacional impulsado por la Oficinal Regional de Aldeas Infantiles SOS en América Latina y el Caribe para generar unos estándares de calidad para la intervención con niños, niñas y adolescentes tanto en sus programas comunitarios como en los cuidado alternativo.

Los dos conceptos clave que desde Espirales CI trabajamos hace años para garantizar la protección y la plena implementación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección son los entornos seguros y la afectividad consciente.

La clave de la protección es generar los llamados “entornos seguros y protectores”, entornos donde las personas puedan llegar a desarrollarse plenamente, donde puedan ver respetados sus derechos y que estén libres de cualquier forma de violencia. De esta forma, aunque una persona quiera agredir a otra no podrá hacerlo porque el entorno no le brindará posibilidad u oportunidad para ello.

Pero para lograr generar estos entornos seguros y protectores necesitamos promover la afectividad consciente como una competencia profesional y organizacional. Un entorno solo es seguro si es un entorno afectivo. Generar un entorno seguro y protector es condición para una intervención de calidad y garante de los derechos humanos de las personas que viven en él. Esto es aplicable a:

  • Cualquier entorno de trabajo con personas, pensemos en una oficina de cualquier empresa u organización.
  • Los entornos de cuidado de personas, pensemos en hospitales o residencias.
  • Los entornos educativos como las escuelas o los centros de ocio y tiempo libre.
  • Los entornos de cuidado de personas que sufren, y sobre todo de niños, niñas y adolescentes que pueden estar sufriendo, como los hogares de cuidado alternativo o centros de protección.

Si se pretende lograr que todos estos entornos sean entornos de desarrollo pleno, respeto a los derechos humanos de quienes viven en él, y espacios de recuperación, rehabilitación o reconstrucción personal, hemos de lograr que todos ellos sean entornos cálidos y afectivos. Y esta pasa a ser una obligación profesional de aquellos profesionales responsables de ese entorno.

La afectividad en el entorno no puede depender de las características personales del profesional que esté de turno, sino que debe ser considerada como un criterio de calidad del trabajo que allí se desarrolla. No hablamos de una opción personal, sino de una obligación profesional. Y ese es el cambio de mirada que se propone que implica un reto profesional y organizacional.

Por eso la competencia de la que hablamos no es solo “la afectividad”, que puede surgir de forma natural entre dos personas, sino “la afectividad consciente”, que es la competencia que pone en marcha cada profesional cuando comprende que debe optimizar la relación humana en su trabajo y generar un entorno seguro y protector desde el que la gente que está a su cargo (bien el equipo humano que dirige o bien las personas que ese equipo tiene a su cuidado) pueda desarrollar un trabajo de calidad y de mayor eficacia y rendimiento. La eficacia en un entorno de cuidado viene medida por la mejora o recuperación de las personas que se tienen a cargo. En una organización como Aldeas Infantiles SOS, que trabaja desde un enfoque de derechos del niño, la eficacia de su trabajo viene medida por la plena implementación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que tiene a su cargo, como la protección, su desarrollo pleno o la educación, entre otros.

De ese modo la afectividad consciente lleva al profesional a poner consciencia en la relación humana, y sistematizar en los pequeños detalles cotidianos esa calidez y seguridad necesarias para que las personas trabajen de forma eficiente, si es un responsable de equipo, o para que las personas puedan desarrollarse plenamente, si es un responsable educativo o de un entorno de cuidado.

La afectividad pasa a ser una competencia profesional que ha de ser tenida en cuenta en los procesos de selección de personal de aquellos profesionales que vayan a asumir el liderazgo de equipos humanos o roles de cuidado de otras personas. Una competencia que ha de promoverse internamente como característica de los entornos de trabajo de una organización o institución generadora de un clima laboral positivo. Y una competencia que debe considerarse un criterio de calidad técnica profesional y como tal debe ser evaluada en los procesos de promoción interna o evaluación de desempeño.

El trabajo con personas, y la mayoría de los roles profesionales lo son, se desarrolla no solo desde el conocimiento técnico sino desde la relación humana. Y esta relación debe ser incorporada conscientemente al desarrollo profesional de los equipos. Especialmente cuando se trata de entornos de cuidado.

La guía que presentamos hoy recoge la definición de la afectividad consciente como competencia profesional, las habilidades que se incluyen en su desarrollo, así como técnicas concretas de selección de personal y evaluación de desempeño para su implementación en cualquier entorno laboral. Está desarrollada específicamente para los programas de Aldeas Infantiles SOS en la región de América Latina y el Caribe, pero cuando la leáis veréis que puede trasladarse a cualquier entorno profesional.

Quiero aprovechar para dar las gracias a la oficina regional de América Latina y el Caribe de Aldeas Infantiles SOS por la confianza puesta en mí para este proceso y a todos los responsables de la red regional de recursos humanos y de protección sin cuyos aportes hubiera sido imposible realizar esta guía.

Como veréis al leerla, el simple hecho de poner consciencia en la dimensión relacional del trabajo profesional contribuye a transformarlo e incrementar su calidad técnica y su eficacia.

Espero que os resulte de utilidad.

Pepa Horno


Actualización a 21 de diciembre de 2018

Ahora disponible en inglés / Now available in English: Conscious affection as an organizacional competence at SOS Children´s Villages in Latin America and the Caribbean.

Materiales de la campaña “El abuso sexual infantil queda fuera de juego” #abusofueradejuego elaborados para el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven

El abuso sexual infantil es una realidad que afecta a niños, niñas y adolescentes en distintos ámbitos de su vida. También en el deporte.

Por eso ha sido para nosotros dos, F. Javier Romeo y Pepa Horno, una satisfacción haber elaborado los materiales de la campaña “El abuso sexual infantil queda fuera de juego”, una campaña de prevención y detección del abuso sexual infantil en el deporte coordinada por el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven.

Han supuesto meses de trabajo dedicados a conocer las experiencias y visiones de deportistas y de profesionales del ámbito del deporte, que nos han permitido descubrir las especificidades del mundo del deporte, tanto en sus aspectos más protectores como en sus factores de riesgo, combinados con nuestra experiencia en prevención y detección del abuso sexual infantil en otros entornos. El trabajo, tanto con personas puntuales como con el magnífico equipo de seguimiento reunido por el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven, que ha incluido a profesionales de UNICEF Comité Español, del Consejo de Europa y de la Organización Sin Ánimo de Lucro de protección en el deporte “Oro, Plata y Bronce”, nos ha ayudado a adaptar los mensajes para las personas que intervienen en cada nivel.

En total la campaña, localizable por el hashtag #abusofueradejuego, consta de cinco materiales que se pueden descargar directamente de la página web de la campaña:

  • Tres guías de actividades de prevención del abuso sexual infantil para entrenadores, entrenadoras y profesorado de educación física, que permiten abordar la prevención desde actividades que se pueden realizar durante los entrenamientos para trabajar los diez mensajes clave de la campaña. Están adaptadas a tres franjas de edades:

En conjunto proporcionan una visión de los distintos aspectos que hay que abordar desde los entrenamientos, partidos, competiciones y espacios para reducir el abuso sexual infantil y para detectarlo rápidamente cuando ocurre. Así se puede lograr que el tiempo que los niños, niñas y adolescentes dedican al deporte les ayuda a crecer y sacar lo mejor de sus capacidades, y al mismo tiempo contribuye a su protección.

Esperamos que os resulten de interés y, sobre todo, prácticos y de aplicación rápida,

F. Javier Romeo y Pepa Horno


Actualización a 31 de mayo de 2018:

Para mejorar la identificación de las guías se ha publicado una segunda edición en la que cada portada tiene una tonalidad diferente. Esto se ha realizado en sustitución de la primera edición, que tenía el mismo tono en todos los documentos, con diferencias en el círculo relativo a la temática. El contenido es el mismo. Además están ya también disponibles los enlaces a los marcapáginas y al cartel con los mensajes clave.

3-6 años 7-12 años 13-17 años

Actualización a 31 de octubre de 2018:

Ya contamos con la versión de todos los materiales en inglés, como contamos en esta entrada.

All the materials now in English, available from this post.

Entrevista a Pepa Horno sobre violencia infantil en España para UNICEF Comité Español

Hace unos días el UNICEF Comité Español me ofreció la oportunidad de participar en un Facebook Live en su página web cuyo vídeo está teniendo una difusión muy grande estos días.

La temática era sobre la violencia infantil en España y la necesidad surgía de la alarma social creada por los últimos casos de agresiones cometidas por adolescentes en nuestro país.

Este es el vídeo por si queréis verlo. Es algo largo, dura cuarenta minutos. Tal y como dije antes de que tuviera lugar, la violencia infantil en España es un tema doloroso, complejo y delicado y es necesario tratarlo con la extensión que merece para que no quede reducido a una serie de titulares reduccionistas, y como tales falsos en cualquiera de sus sentidos.

Junto con el vídeo, quería también difundir las fuentes de donde surgieron los datos que mencioné. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística sobre defunciones de niños, niñas y adolescentes en 2016. Por otro lado, el estudio sobre polivictimización de niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección y reforma de Noemí Pereda, Judit Abad y Georgina Guilera de 2014, “Victimización en jóvenes de protección a la infancia y la adolescencia y de justicia juvenil”.

Llevo más de veinte años trabajando en esta temática y he visto el cambio social que se está dando hacia esta problemática, que supone uno de los rostros más dolorosos del ser humano. La violencia contra los niños, niñas y adolescentes y la que ellos mismos ejercen nos genera miedo, cuestiona nuestra seguridad básica, esa sensación que todos necesitamos tener de que estamos a salvo, de que la gente que amamos está a salvo, y sobre todo, de que nuestros niños y niñas están a salvo. A salvo de ser víctimas de una agresión y a salvo de agredir a otra persona, sea otro niño o niña o un adulto.

A mí misma me sucede. Cada vez que me entrevistan vuelvo a mirar las estadísticas. Y las cifras son tan brutales, y año tras año tras año siguen sin ser atendidas, que yo misma me obligo a no mirar demasiado las estadísticas. Mirarlas me provoca el mismo dolor de tripa con el que me acosté la noche anterior a este vídeo, las mismas lágrimas, el mismo dolor. El mismo, no. Más. Porque llevamos muchos años sabiendo lo que tenemos que hacer sin hacerlo. Muchos años permitiendo muertes de niños, niñas y adolescentes. Muchos años mirando hacia otro lado.

Esto no es nuevo, el ser humano mira hacia otro lado muy a menudo ante lo que le confronta con su fragilidad y con su miseria. Miramos a otro lado cuando son los niños y niñas de otros más fácilmente que cuando son los nuestros. Pero lo hacemos. Lo hacen los gobernantes, lo hacen los políticos, pero lo hacen también los que definen los currículos académicos de las profesionales relacionadas con niños que siguen sin cambiarlos para incluir en los programas académicos el maltrato de forma que la gente que debe detectarlo: médicos, maestros, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales… sepan cómo hacerlo. Lo hacen todos y cada uno de los profesionales que saben, intuyen o tienen la certeza y miran para otro lado. Lo hacemos las familias cuando decidimos no hablar de ello a nuestros hijos e hijas. Lo hace cada ciudadano que oye, intuye, mira y decide no denunciar.

Y año tras año sigo mirando una sola cifra. No voy siquiera a las cifras grandes, voy a la pequeña y más extrema. Voy a los asesinatos y suicidios de niños, niñas y adolescentes. En 2016, 17 niños y niñas asesinados en homicidios y 70 que se han suicidado. Y cada cierto tiempo cuando me dan la oportunidad como me la dieron aquí, salgo públicamente y lo digo, con una mezcla de congoja, llanto y grito.

Porque es verdad que han cambiado muchísimo las cosas, y a mucho mejor. Es innegable el avance social ante este tema, el cambio de actitud y la visibilidad que está teniendo. Son reales los recursos destinados a abordarlo, el avance de los recursos especializados para atender a los que son víctimas de maltrato, a los adultos que lo fueron de niños y siguen sufriendo por ello y a los niños, niñas y adolescentes que agreden a otros. El avance es innegable y da sentido a lo que hacemos muchos otros y yo.

Pero se nos siguen muriendo. En un año 87. 87. Y ni siquiera conocemos las caras de muchos de ellos. Ni sus nombres. Ni su dolor. Y no son más que el extremo de un dolor indescriptible que anida en los que sí sobrevivieron, los niños y niñas que siguen sobreviviendo y los niños y niñas que viven aún temblorosos en el alma de tantos y tantos adultos que trabajan y viven con nosotros.

Y cuando la noche anterior miraba las cifras y la rabia y la angustia se apoderó de mí, el dolor por ese dolor invisible dentro de nuestra propia casa, volví otra vez a una promesa que me hice hace mucho tiempo: seguiré gritando sus nombres.

Pepa Horno

Pd. Si alguien quiere saber más sobre esta temática, dejo aquí enlazadas varias entradas de blog que escribimos hace tiempo sobre la temática. Por un lado, el análisis político sobre la situación de la violencia contra la infancia en España que publicamos cuando se creó en el 2014 la subcomisión sobre violencia contra la infancia en el Congreso de los Diputados. Por otro, un post que publiqué en el blog de No me pidan Calma que llamé Contabilizar nuestros muertos sobre el número de muertes violentas de niños, niñas y adolescentes en nuestro país. Y otra entrada que publicamos sobre la importancia de dar voz a las víctimas. Y por último, la guía mencionada que elaboramos para UNICEF Comité Español en su programa de Ciudades Amigas de la Infancia con iniciativas que los municipios pueden desarrollar para abordar esta problemática.

Guía “Afecto, límites y consciencia” de Pepa Horno y F. Javier Romeo para Aldeas Infantiles SOS en América Latina

Llevamos ya varios años acompañando el trabajo de Aldeas Infantiles SOS en la Región de América Latina y el Caribe a través de su Oficina Internacional para esa región y de algunas oficinas nacionales. Está siendo un proyecto fascinante por los planteamientos valientes e innovadores que Aldeas Infantiles SOS está asumiendo, y para nosotros está siendo un honor asesorarles en sus procesos.

Uno de los resultados más recientes es la Guía Afecto, límites y consciencia. La disciplina positiva en los programas de Aldeas Infantiles SOS, publicada en 2017, que hemos escrito Pepa Horno y F. Javier Romeo con las aportaciones de decenas de profesionales de múltiples países de la región, y con la coordinación del equipo de la Oficina Internacional para la Región. Ha sido un proceso muy interesante el ir plasmando en ideas concretas y aplicables por profesionales y familias de países tan distintos cómo educar desde este modelo. Lo presentamos así:

“La disciplina positiva busca promover la consciencia y el autocuidado en nosotros, los adultos, para que generemos vínculos afectivos profundos y respetuosos con los niños, niñas y adolescentes que educamos. Entendemos la educación como un proceso a largo plazo en el que debemos lograr proporcionar habilidades para la vida a los niños, niñas y adolescentes y hacerles sentir seguros y reconocidos” (pág. 6)

A partir de ahí explicamos nuestra versión del modelo de disciplina positiva (capítulo 2) y diferenciamos entre límite y violencia (capítulo 3). A continuación exploramos cómo nuestra vivencia como familias y educadores configura nuestra forma de educar (capítulo 4), y una vez que tenemos claro que nuestra herramienta básica para la educación es cómo somos y nos comportamos, nuestra propia persona, planteamos cómo acompañar a niños, niñas y adolescentes combinando afectividad y firmeza (capítulo 5). Por último, proponemos algunas claves para afrontar algunas situaciones cotidianas (capítulo 6), que sirven de orientación para muchas otras. Y cerramos el libro con algunas preguntas que merece la pena hacerse (capítulo 7), ya que para nosotros no existen recetas mágicas, sino procesos de toma de consciencia, que hay que cuidar y ampliar continuamente.

Desde aquí queremos agradecer la participación de tantas personas de tantos países para conseguir una guía comprensible y útil. Y también enviamos unas gracias especiales a Valeria Losoviz, quien ha maquetado la guía con mucha atención para facilitar la lectura y la consulta rápida, y a Bruno Coppola, por esas ilustraciones llenas de vida.

Esperamos que esta guía os proporcione nuevas ideas para que sigáis reflexionando, tanto para la práctica profesional en entornos de protección como en las familias.

F. Javier Romeo y Pepa Horno

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