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“Metáforas para la consciencia”, nuevo libro de Pepa Horno y vídeo de presentación

Cada nuevo libro es un regalo, el fin de un proyecto que dura muchos meses. Como un sueño que, al tomar forma, se hace real. Hoy tengo la suerte de poder presentaros Metáforas para la consciencia, mi libro numero 13. Es un buen número para hacer una espiral. Porque este libro es mío como los anteriores, pero al mismo tiempo es diferente.

Metáforas para la consciencia recoge las imágenes que yo utilizo más en las formaciones y en terapia. Son imágenes a las que di forma a lo largo de mi trayectoria profesional, en un intento de dar “vida” y hacer comprensibles los conceptos técnicos de la psicología. Este libro es un buen ejemplo de que es el modo de hacer las cosas el que marca la eficacia de lo que hacemos como profesionales. No es tanto el “qué”. Es sobre todo el “cómo”. Este libro encierra muchas horas buscando “cómo” certeros.

Son metáforas que he podido comprobar a lo largo de los años que ayudan a las personas a hacer consciente su “edificio” interior (adelanto de una de las metáforas), a poner consciencia en su historia de vida y comprender cómo han llegado a ser quienes son. Imágenes que les ayudan a ver a su “niño” o “niña” interior, a cuidarlo, acariciarlo o acunarlo.

Como escribo en la contraportada:

“Este libro está escrito para cualquier persona que quiera hacerse preguntas, mirar hacia dentro, hacer consciencia. La consciencia que nos permite comprender nuestra historia personal y, desde ahí, ser libres y tener paz. Esa paz que llega cuando podemos comprender y ordenar. Cuando podemos dejar ir. Cuando podemos honrar”. (Descargar el folleto de presentación).

No es un libro técnico, pero sí lo es. No es un libro poético, pero también lo es. Es narración e ilustración con las imágenes maravillosas que Zaida Escobar (ver la cuenta de Zaida Escobar en Instagram) ha creado para cada una de las metáforas, de los textos.  Cada metáfora está narrada en dos lenguajes: uno poético que pueda leer cualquier persona y sin apenas términos técnicos; y otro, el visual y de alma, a través de las ilustraciones que acompañan cada texto y le dan vida y profundidad. Gracias de corazón, Zaida, por darles otra vida a estas páginas.

Gracias también a la editorial Desclée De Brouwer que, una vez más, vuelve a apostar por mi trabajo.

Creo de verdad que este libro merece regalarse. Por eso lo escribí. Para que esas imágenes lleguen más allá de mi consulta, de mis conferencias… hasta todos los que quieran usarlas para mirar dentro o para acompañar a otros en ese proceso de mirada consciente.

Sólo espero que os guste, que os emocione como a mí, que os sirva. Lo que sea, estará bien.

Pepa Horno


Actualización a 23 de diciembre de 2020

Ya está disponible el vídeo de presentación del libro en el evento online “Café con consciencia” realizado por videoconferencia con participación de Pepa Horno, autora del libro, y de Zaida Escobar (ver la cuenta de Zaida Escobar en Instagram), la ilustradora. En la presentación se leen dos metáforas y se explica el simbolismo de las ilustraciones y su proceso de elaboración, y hay conversación a través de la participación en el chat.

Vivir a la intemperie

Para todo el equipo de Espirales CI y para es importante, en estos momentos más que nunca, mantener el rigor técnico unido a través de la cercanía emocional. Es más, entender esta afectividad como criterio de calidad y eficacia técnica.

Por eso nos estamos centrando en tratar de brindar herramientas técnicas al mismo tiempo que nos hacemos presentes a las familias y a quienes tienen la responsabilidad del cuidado de niños, niñas y adolescentes en centros de protección. El vídeo que he elaborado para el programa de BBK Family es una muestra de esa forma de entender nuestro trabajo en un contexto de emergencia como el que tenemos.

Las dimensiones e implicaciones que la vivencia real de la intemperie va a tener para muchos de nosotros, para los niños, niñas y adolescentes con los que vivimos y trabajamos y para la sociedad en general son imposibles de calcular ahora mismo. Esta experiencia es nueva para todas las personas y es una experiencia de vulnerabilidad y fragilidad. Vivíamos en un mundo basado en la falsa creencia de que controlábamos lo que nos podía ocurrir. Solo cuando nos llegaban experiencias intensas emocionalmente o traumáticas por algún motivo adquiríamos consciencia de esa falsedad. Ahora la vida ha deshecho de un plumazo aquella mentira. Y nos toca aprender a vivir a la intemperie. Siempre estuvimos allí, solo que no éramos conscientes.

Cuando escribí Educando la alegría lo hice justamente como explicaba en su epílogo, porque estaba preocupada del nivel al que estábamos inoculando miedo a los niños, niñas y adolescentes. Avisaba entonces de que el miedo paraliza, crea una sensación de impotencia y de indefensión que, en contra de lo que mucha gente cree, lejos de proteger, pone en riesgo a nuestros niños, niñas y adolescentes. Ese proceso estaba siendo inconsciente en muchos casos, intencionado en otros. Ahora mismo corremos el riesgo de que educar en ese miedo nos salga de las “tripas”. Porque nuestras “tripas” están asustadas. Y educamos en aquello que vivimos. Así que habremos de poner mucha consciencia si no queremos que la certeza de esa fragilidad se convierta en miedo paralizante que los niños, niñas y adolescentes incorporen en su memoria corporal.

Por eso es importante recordar que hay dos armas muy poderosas contra el miedo. La primera, el amor. La soledad asusta, la caricia hace sentir seguro. El cariño de una red afectiva sólida y presente. Y lo digo desde la perspectiva técnica, no sólo humana. El amor vence al miedo. Por eso, ahora más que nunca, hagámonos presentes en la vida de quienes amamos. La segunda, la risa. El sentido del humor, la risa compartida conjura los fantasmas. No tengáis miedo a reíros de lo surrealista. Porque lo que está sucediendo es surrealista. Y reírse de ello para poder atravesarlo no lo hace menos grave, lo hace real.

No hagamos grandes promesas. Solo intentarlo hacerlo lo mejor posible. Esto también es nuevo para nosotros. Y como digo en el video, somos todos uno. Nadie va a salir solo de esto.

Un abrazo grande,

Pepa Horno

Manual “Acompañando las heridas del alma. Trauma en la infancia y adolescencia” de F. Javier Romeo

Los niños, niñas y adolescentes que pasan por el sistema de protección han sufrido situaciones muy complicadas, tanto que a menudo muestran marcas de trauma. Comprender bien el trauma, saber identificarlo y actuar de forma protectora son responsabilidades profesionales en cualquier organización que trabaje en protección. Por eso ha sido un honor para mí haber escrito este manual, Acompañando las heridas del alma. Trauma en la infancia y adolescencia, que se publica en el marco de un nuevo proyecto con Aldeas Infantiles SOS a través de su Oficina Regional para América Latina y el Caribe.

Dos versiones del documento:

En este manual se recogen los puntos básicos a tener en cuenta respecto a cuatro aspectos:

  • La conceptualización del trauma, desde los aspectos básicos hasta teorías actuales, con los distintos tipos de trauma que se contemplan y la relación entre trauma y vínculo. También hay una reflexión sobre cómo la propia intervención de protección (la entrada en la familia, la retirada de los niños, niñas y adolescentes de sus casas…) puede ser traumática si no se realiza adecuadamente.
  • La identificación del trauma a partir de indicadores, con una atención especial a la disociación (que es un tema que genera mucho interés en las formaciones, y sobre el que suele haber poca consciencia). Además, se analiza en más detalle la influencia del trauma en manifestaciones especialmente difíciles de gestionar: la agresividad y las conductas consecuencia de abuso sexual.
  • La intervención entendida de forma integral:
    • La detección, que se puede realizar desde cualquier ámbito, para derivar a profesionales especialistas que puedan hacer la evaluación.
    • La intervención a nivel de sistemas, utilizando las herramientas ya trabajadas de Entornos Seguros y Protectores, la Disciplina Positiva y la Afectividad Consciente.
    • La intervención más concreta, cosas que se pueden hacer en el día a día desde las modalidades de cuidado alternativo o desde el trabajo comunitario.
    • La intervención terapéutica, que debe ser realizada por especialistas con formación específica en trauma, pero que se puede acompañar desde todos los niveles.
  • El abordaje del trauma a nivel organizacional, con una serie de pautas para el desarrollo de capacidades, la adecuación de los sistemas de actuación ante el trauma en niños, niñas y adolescentes y el posicionamiento institucional necesario para liderar cambios sociales.

El proceso ha sido muy interesante, y entronca con el trabajo previo que llevamos haciendo desde Espirales Consultoría de Infancia tanto con la Oficina Regional de Aldeas Infantiles para América Latina y el Caribe como para Asociaciones Nacionales. Las entrevistas iniciales y la reunión virtual previa me permitieron preparar el material para la formación que impartí durante tres intensos días de julio en Asunción, Paraguay, a representantes de Aldeas Infantiles SOS de veinte países y de la Oficina Regional. Sus preguntas, comentarios y aportaciones, que agradezco desde aquí, han sido imprescindibles para lograr el documento definitivo.

Espero que os resulte útil a quienes trabajáis con niños, niñas y adolescentes en cualquier nivel, y que os permita identificar mejor los traumas a vuestro alrededor para que, como dice el título, podáis ir “acompañando las heridas del alma” en el proceso de recuperación.

F. Javier Romeo

Otras publicaciones sobre trauma

Cuidar a quienes cuidan

Una de las claves de nuestra filosofía como Espirales CI es contribuir a generar redes, tanto afectivas en la vida de las personas, como entre profesionales. Las redes son parte esencial de la protección y del acompañamiento emocional tanto como del rigor y la calidad profesional.

Para promover esas redes, tratamos de dar visibilidad en este blog a las experiencias de buena práctica que vamos encontrando en nuestro trabajo en distintos territorios, ámbitos y con diversas entidades, administraciones e instituciones. Nuestro ámbito de trabajo es la infancia, por lo que aquellas experiencias que difundimos son casi  siempre centradas en intervención con niños, niñas y adolescentes. Pero toda la línea de trabajo de los últimos años sobre la afectividad consciente como competencia profesional, los procesos de acompañamiento emocional y la promoción de entornos seguros y protectores, que son tres claves imprescindibles en cualquier programa de atención a la infancia y adolescencia, nos están llevando a colaborar con equipos y profesionales de otros ámbitos.

Y es ahí cuando tenemos la suerte de conocer iniciativas que están directamente vinculadas a los contenidos y estrategias de actuación que promovemos, aunque se apliquen en ámbitos diferentes. Y algunas de ellas resuenan tanto con el trabajo de Espirales CI, sus objetivos y su metodología que no nos queda más remedio que difundirlas también desde este blog.

Este es el caso del programa CuidArte (el arte de cuidar) del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) a cuyos profesionales tuvimos la suerte de dar una formación hace unos días. El programa tiene como objetivo brindar acompañamiento emocional a personas que asumen el cuidado diario de otras personas en situación de dependencia. Pueden ser familiares que cuidan de ancianos, o de personas con discapacidad, o con problemáticas de salud mental. El programa consiste en el desarrollo de grupos de apoyo socioemocional y educativo para estas personas y también grupos de promoción de autonomía para personas que están empezando a entrar en una situación de dependencia. Es un programa presente en todo el territorio aragonés, con profesionales que brindan sostén emocional y acompañamiento a personas que ejercen roles de cuidado. Parten de unos contenidos y metodología de trabajo común para todos los grupos de apoyo y unos espacios de supervisión continuados . Y los primeros resultados de la evaluación que se está realizando sobre su eficacia han mostrado que logran disminuir la sintomatología depresiva de las personas que acuden a los grupos.

 

 

Este vídeo explica el programa mejor que cualquier cosa que pudiéramos decir sobre él. Pero CuidArte es un ejemplo claro de lo que se puede lograr cuando las instituciones se humanizan, cuando logran ver más allá de los números y entender el dolor real de las personas que no se plasma sólo en diagnósticos o sintomatología sino en infinitas pequeñas cosas cotidianas que sólo quien las vive puede llegar a comprender en su verdadera magnitud. Pero también cuando las instituciones, en este caso el Gobierno de Aragón, deciden desarrollar su labor con rigor y calidad técnica. Porque este tipo de programas no son una cuestión de “buena voluntad”, ni siquiera de “humanidad”. Son una obligación institucional y una inversión inteligente. Sostener a quien sostiene tiene que ver con la dignidad, con el rigor profesional y con la inversión social.

Las y los profesionales con los que trabajamos en el curso son ejemplo vivo del nivel de eficacia que se logra en el trabajo cuando se es competente en afectividad consciente. En el trabajo con personas en general, y especialmente en el trabajo con personas que sufren, se debe lograr hacer consciente, sistematizar y supervisar la dimensión relacional. Porque se trabaja a través y desde la relación. Y es también ejemplo de inversión institucional en el cuidado de quienes cuidan, de comprender ese cuidado como parte no negociable del trabajo con personas que sufren. Porque la afectividad consciente sólo se puede implementar plenamente como competencia profesional si es asumida institucionalmente.

Encontrar un grupo de ochenta personas que recorren los pueblos, hacen kilómetros para llegar hasta los pueblos más alejados a generar un espacio afectivo y cálido donde estas personas puedan sentirse arropadas, protegidas, aceptadas y no juzgadas. Donde puedan comprender y conocer mejor las características de las enfermedades de sus familiares o las necesidades de aquellas personas a las que acompañan. De esta forma mejoran su labor y se sienten más capaces. Son espacios afectivos que destierran la soledad. Al menos un poquito. Es lo que tienen las redes, que funcionan.

Gracias a cada una de las y los profesionales del programa CuidArte; a quienes lo crearon, lo empujan y lo lideran, y a quienes institucionalmente supieron ver, no sólo la necesidad del mismo, sino la inversión inteligente y rigurosa.

Pepa Horno

“Apego y abuso sexual infantil: claves para la protección”, aporte realizado por Pepa Horno al libro de Rafael Guerrero “Educación emocional y apego”

Uno de los objetivos de este blog es difundir aquellos libros, investigaciones, materiales o referencias que puedan ser útiles a profesionales que trabajan con familias y con niños, niñas y adolescentes. El libro Educación emocional y apego. Pautas prácticas para gestionar las emociones en casa y en el aula de Rafael Guerrero, publicado por la editorial Planeta en su colección “Libros Cúpula”, es uno de ellos.

El constructo del apego ha generado toda una línea de trabajo, intervención e investigación dentro de la psicología. Sin embargo, una de sus dificultades básicas es que los profesionales sepan  explicarlo a las familias. Sigue siendo un reto para muchos ser capaz de explicar el concepto y dar pautas concretas a las familias que les permitan generar vinculaciones positivas con los niños, niñas y adolescentes.

Un libro como este puede ser un instrumento muy valioso para las familias y educadores de cara a comprender el papel de las emociones en el desarrollo del niño, niña o adolescente. También para desarrollar pautas concretas que les permitan incorporar la educación emocional de una forma eficaz en sus rutinas cotidianas.

Es para mí un placer haber contribuido con una pequeña parte de este libro, con un capítulo específico sobre “Apego y abuso sexual infantil: claves para la protección” que, siguiendo el mismo objetivo del resto del libro, pretende brindar a familias y educadores, de forma muy reducida, algunas claves que permitan la comprensión del papel preventivo que tiene el apego respecto al abuso sexual infantil.

Desde Espirales CI queremos agradecer a Rafael Guerrero y a la editorial Planeta la oportunidad que nos han brindado de difundir el capítulo desde este blog, así como contribuir a la difusión de un libro que nos parece tan pertinente como certero en su enfoque y en los temas abordados.

Pepa Horno

Guía “Afecto, límites y consciencia” de Pepa Horno y F. Javier Romeo para Aldeas Infantiles SOS en América Latina

Llevamos ya varios años acompañando el trabajo de Aldeas Infantiles SOS en la Región de América Latina y el Caribe a través de su Oficina Internacional para esa región y de algunas oficinas nacionales. Está siendo un proyecto fascinante por los planteamientos valientes e innovadores que Aldeas Infantiles SOS está asumiendo, y para nosotros está siendo un honor asesorarles en sus procesos.

Uno de los resultados más recientes es la Guía Afecto, límites y consciencia. La disciplina positiva en los programas de Aldeas Infantiles SOS, publicada en 2017, que hemos escrito Pepa Horno y F. Javier Romeo con las aportaciones de decenas de profesionales de múltiples países de la región, y con la coordinación del equipo de la Oficina Internacional para la Región. Ha sido un proceso muy interesante el ir plasmando en ideas concretas y aplicables por profesionales y familias de países tan distintos cómo educar desde este modelo. Lo presentamos así:

“La disciplina positiva busca promover la consciencia y el autocuidado en nosotros, los adultos, para que generemos vínculos afectivos profundos y respetuosos con los niños, niñas y adolescentes que educamos. Entendemos la educación como un proceso a largo plazo en el que debemos lograr proporcionar habilidades para la vida a los niños, niñas y adolescentes y hacerles sentir seguros y reconocidos” (pág. 6)

A partir de ahí explicamos nuestra versión del modelo de disciplina positiva (capítulo 2) y diferenciamos entre límite y violencia (capítulo 3). A continuación exploramos cómo nuestra vivencia como familias y educadores configura nuestra forma de educar (capítulo 4), y una vez que tenemos claro que nuestra herramienta básica para la educación es cómo somos y nos comportamos, nuestra propia persona, planteamos cómo acompañar a niños, niñas y adolescentes combinando afectividad y firmeza (capítulo 5). Por último, proponemos algunas claves para afrontar algunas situaciones cotidianas (capítulo 6), que sirven de orientación para muchas otras. Y cerramos el libro con algunas preguntas que merece la pena hacerse (capítulo 7), ya que para nosotros no existen recetas mágicas, sino procesos de toma de consciencia, que hay que cuidar y ampliar continuamente.

Desde aquí queremos agradecer la participación de tantas personas de tantos países para conseguir una guía comprensible y útil. Y también enviamos unas gracias especiales a Valeria Losoviz, quien ha maquetado la guía con mucha atención para facilitar la lectura y la consulta rápida, y a Bruno Coppola, por esas ilustraciones llenas de vida.

Esperamos que esta guía os proporcione nuevas ideas para que sigáis reflexionando, tanto para la práctica profesional en entornos de protección como en las familias.

F. Javier Romeo y Pepa Horno

Nuevo libro “La mirada consciente en los centros de protección” de Pepa Horno, Antonio Echeverría y Antonio Juanas

En los últimos años he tenido el privilegio de desarrollar un proceso de supervisión en ocho centros de protección dependientes del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) en Mallorca. Un proceso que ha transformado el proyecto educativo de los centros, sus reglamentos, sus pautas de actuación, el clima de los equipos y, como consecuencia de todo eso, la vida de los niños, niñas y adolescentes que viven en esos centros.

El proceso ha sido un reto. Un reto que comenzó por la visión, la profesionalidad y el entusiasmo de Marisa Martín, que entonces era directora de los centros de menores del IMAS y que fue quien me contrató para realizar la supervisión en los cinco centros de gestión pública, y posteriormente por el empuje, coherencia y profesionalidad de Guillem Cladera que me llevó a trabajar el mismo proceso pero con más tiempo de seguimiento con los centros de gestión conveniada en la Fundació Natzaret y la Asociación Amés. En todo este camino me acompañó Antonio Juanas realizando la parte del trabajo corporal que propusimos como parte del proceso de supervisión a los equipos a través de la metodología de la biodanza. Y a la hora de escribir este libro contamos con Antonio Echevarría, que como educador referente del Centro Puig des Bous asumió la responsabilidad de llevar a la práctica varios de los proyectos que se incluyen en el libro.

El proceso fue sobre todo un reto para los equipos con los que trabajamos. Se les propuso un cambio de MIRADA muy potente y un cambio en su modelo de intervención, que pasaba de un modelo cognitivo-conductual a un modelo basado en el vínculo, que generó mucha inseguridad y miedo al principio. Pero los equipos de los ocho centros recogidos en el libro decidieron seguir adelante con el proceso. Por eso quisimos recoger su vivencia de forma directa. En el libro se transcriben testimonios directos recogidos en cuestionarios anónimos que se pasaron a los profesionales de los equipos que siguieron el proceso hasta el final. Los testimonios hablan por sí mismos y dan un valor de verdad al texto.

Porque en este libro, no solo yo, sino Antonio Echeverría y Antonio Juanas, con quienes he tenido el privilegio de escribirlo, quisimos reflejar la vivencia más allá de la teoría. Una vivencia que no sólo transformó los centros, sino a nosotros mismos.

La mirada consciente en los centros de protección recoge el marco teórico del proceso de supervisión, las técnicas, proyectos y actividades que se han implementado en los centros con su metodología correspondiente que permita su replicación, así como los modelos de reglamento, normativa y otros documentos varios de referencia que se desarrollaron a partir del proceso (leed el protocolo de fugas, por ejemplo, lo sistematizó el equipo de AMES y refleja muy bien lo radical que era la apuesta de cambio para los equipos en algunos aspectos) y la descripción y evaluación del proceso por parte de los equipos.

La mirada consciente en los centros de protección. Cómo transformar la intervención con los niños, niñas y adolescentes ha sido publicado por la editorial CCS, a quienes los tres autores agradecemos la valentía de publicar un texto que refleja un ejemplo concreto de proceso transformador de intervención, un ejemplo REAL, no teórico, y VIABLE. Es necesario sistematizar las experiencias de trabajo en intervención social de forma que puedan ser generalizadas.

Y acabo esta entrada que pretende ser invitación a la lectura de “La mirada consciente” con dos párrafos que cierran la introducción del libro que escribimos los tres juntos, porque reflejan su sentido:

Es importante mantener una mirada positiva y realista hacia la posibilidad de cambio de los equipos, como se la pedimos a ellos sobre los niños, niñas y adolescentes con los que trabajan. Si creemos que nada va a cambiar, nada cambiará. Este libro demuestra que es posible.

Ver la transformación de los centros, los procesos de los equipos, las sesiones de biodanza con las y los educadores y niños y niñas juntos o a los niños y niñas cosechando los frutos de un huerto nos ha llegado al corazón. Hemos visto rostros en niños y niñas con los que trabajamos, miradas y gestos en ellos y manifestaciones de afecto entre educadores y chicos que no habíamos presenciado antes. Este aprendizaje vivencial es difícil de plasmar en un libro, pero es el motivo último que nos lleva a escribirlo.

Pepa Horno

“Educando la alegría”: nuevo libro de Pepa Horno

Tengo el placer de presentaros el nuevo libro que he publicado con la Editorial Descleé De Brouwer y que está disponible desde este mes: Educando la alegría.

Y para hacerlo os quiero copiar literalmente el epílogo del libro. Es un texto especial para mí que resume las razones por las que escribí este libro. Porque este libro nace de mi experiencia en la supervisión de centros educativos y de protección, así como del trabajo con familias, pero nace sobre todo de una preocupación por lo que me voy encontrando en ese trabajo. Nace con el objetivo de brindar estrategias prácticas a familias y educadores para cultivar con consciencia y de forma sistemática la emoción de la alegría en los niños, niñas y adolescentes.

Espero de verdad que os guste y os sirva a quienes desde vuestras familias o en vuestro trabajo asumís el rol de cuidado de cualquier niño, niña o adolescente.

Aquí va el epílogo del libro:

“EPÍLOGO: CARTA A QUIENES EDUCAN

A ti, que me estás leyendo:

Antes de acabar este libro, quiero contarte algo. En mi vida he encontrado una “regla no escrita” que dice así: “A más, más, a menos, menos”. Cuanto más ponemos de algo, más nos llega. Cuanto menos, menos nos llega. Se cumple para lo físico, para lo emocional, para lo social… Piensa en ejemplos. En lo corporal: cuanto más comes, más comes; cuanto menos comes, menos comes. En lo afectivo: cuanto más amas, más amas; cuanto menos amas, más difícil te resulta amar. En lo material: cuantos más bienes tienes, más te llegan; cuantos menos bienes tienes, menos te llegan.

Se trata, por tanto, de elegir qué cultivar. En este libro yo te he propuesto cultivar la alegría. Y cultivarla como una opción consciente. Convertirla en una herramienta educativa clave y de forma sistemática, no ocasional. Que sea el motor emocional que posibilite el desarrollo pleno de nuestros niños, niñas y adolescentes. Porque si tengo razón, a más alegría, llegará más alegría y a menos alegría, ellos y ellas sentirán menos alegría. Y sin alegría no hay movimiento, ni intimidad, ni crecimiento ni resiliencia. Ni, sobre todo, valor. Y éste es el último mensaje con el que quiero cerrar este libro.

Vivimos en un mundo que cultiva el miedo en nuestros niños y niñas, a veces de forma consciente, otras de forma completamente inconsciente. Escuchan constantemente los peligros que les pueden llegar, lo mal que va el mundo. Crecen inundados de información sobre todo lo horrible que el ser humano es capaz de llegar a hacer, que ciertamente, es mucho. Muchísimo. Tanto que abruma. A ellos y a nosotros. Nos deja impotentes, nos hace sentir pequeños y muy, muy asustados.

El ser humano es capaz de “lo mejor” y de “lo peor”. Pero las historias sobre “lo mejor” no tienen lugar. Ni en lo público, ni a menudo en lo privado. Las personas que hacen cosas increíbles no salen en los medios de comunicación, se habla poco de ellos y ellas en la educación y en el ámbito privado a veces da casi vergüenza hablar de lo que te hace feliz, de lo que te llena y te hace sentir vivo. Dedicamos mucho tiempo a las preocupaciones y angustias, que además en determinados contextos socioeconómicos o sociopolíticos se disparan exponencialmente y nos inundan.

Quizá es mi sensación sólo. Pero es una sensación que se ha ido paulatinamente convirtiendo en preocupación a lo largo de estos años y me ha llevado a escribir “Educando la alegría”. Veo lo claro que tienen los niños y niñas los motivos para tener miedo. Les veo resignados. Les veo o bien sobreimplicados en el propósito de responder a las expectativas de un mundo hostil y muy complicado o bien abandonando el intento de conseguir estar a la altura de ese mundo. Y a muchos que no logran resignarse, les veo siendo señalados: los que preguntan en exceso y cuestionan las normas, los que se mueven demasiado, los que se enfadan y no logran manejar ese enfado.

Lo veo en mi vida personal en la crianza de mi hijo, de mis sobrinos, de los niños y niñas a los que quiero y con los que convivo. Pero lo veo más si cabe en mi vida profesional cuando doy los cursos a las familias y a los profesionales, cuando hago supervisiones en centros de protección o cuando trabajo con centros educativos que quieren transformar el modelo educativo del centro. Es desde esa doble perspectiva, la personal y la profesional, desde la que he querido ofrecer una propuesta para sistematizar la alegría en la educación.

Veo a las familias y a los profesionales más conscientes que nunca. El modelo de crianza cambió, la intimidad y presencia en el cuidado que hay en muchos hogares no tiene referente previo. O en mi ámbito profesional, todo el movimiento que se lleva dando desde hace unos años en la llamada educación alternativa o la incorporación del vínculo afectivo y la educación emocional en el trabajo con niños y niñas. El cambio es real. Y es un cambio para bien. Pero a veces siento que a ese cambio le falta consciencia y sistematización. Por eso he intentado centrar este libro en propuestas sistematizadas que den continuidad y estructura a esa opción por la alegría, a ese cambio.

Creo que ya nadie pondría en duda que hay que educar a los niños, niñas y adolescentes desde el vínculo afectivo, desde la estimulación y desde la protección. Pero es en el “cómo” hacerlo donde surgen los problemas. Quienes educamos queremos generar personas plenas y felices. Y nos hacemos responsables de nuestro papel en ello. Pero nuestra historia afectiva, nuestra memoria corporal, nuestros propios miedos… son la base del “cómo” educamos. Y esa parte no siempre queremos mirarla. Por eso tanto empeño en hablar del autocuidado en estas páginas. Mirarnos hacia dentro cambia nuestra mirada hacia fuera.

Y luego está el cansancio. Porque una educación con consciencia, tanto en las familias como en los centros educativos o de protección, conlleva cansancio. El control, los mandatos y el orden son menos cansados. Son más destructivos, pero son esquemas más fáciles de seguir. Y generan personas más sumisas, o más enfadadas, depende. Pero en cualquier caso generan niños, niñas y adolescentes pendientes de la aprobación de quien les educa.

En mi experiencia, a los niños, niñas y adolescentes les cuesta saber qué quieren ellos y ellas. No sus familias, ni sus maestros, ni sus educadores. Ellos mismos. Qué quieren hacer, en qué quieren participar, dónde quieren vivir… Saben lo que se espera de ellos, pero no siempre si es lo que quieren.

Se sienten sobrepasados por la exigencia de un mundo ferozmente competitivo y una visión negativa del ser humano; por la cantidad de información que manejan que no siempre han podido procesar ni corporal ni emocionalmente y por la imposibilidad de tener referentes de trascendencia porque todos los que había (ideológicos, sociales o religiosos) parecen haber mostrado ser en parte un engaño. Diría que quizá sobreviven sólo como referentes el afecto personal (el valor de la familia, la pareja y la amistad no ha desaparecido en ellos y ellas) y el dinero. Referentes muy diferentes entre sí, pero cuya eficacia la ven en su día a día cotidiano.

Por eso muchas veces les falta tener valor para perseguir aquello que desean. Porque volvemos al comienzo. El valor se educa. A más a más, a menos a menos. Y al valor se llega a través de la alegría. Les inculcamos miedo. Obtenemos miedo. Les inculcamos impotencia. Generamos resignación o enfado.

La alegría (también la esperanza y el amor) es arriesgada porque le da valor a la persona, puede transformarla. Y con la persona y a través de la persona, es un motor emocional que puede cambiar el mundo. La pregunta sigue siendo si quienes tenemos el privilegio de educar asumiremos ese riesgo. ¿Optaremos con consciencia y de forma sistemática por educar la alegría?

Lo dejo aquí. Gracias por acompañarme en este viaje y por hacer todo esto posible.

Te mando un abrazo. No cualquiera: uno de esos que alimentan la alegría.
Pepa”

Entrevista a Pepa Horno sobre familias y educación

gestionando-hijosEsta semana ha salido publicada una entrevista que realicé para Gestionando hijos. Es una web sobre temas relacionados con parentalidad y educación y que desde su mismo nombre nace con un objetivo interesante y que siempre hemos compartido desde Espirales CI: vincular la parentalidad y la educación con la consciencia.

Pero además plantean que los principios de calidad y mejora de rendimiento que podrían ser válidos para cualquier proyecto empresarial lo son también para estas dos realidades. Tanto sus contenidos como los expertos que colaboran en la web merecen la pena.

Os dejo la entrevista aquí por si os es de utilidad. Los ecos que hemos recibido a través de las redes sociales nos han impulsado a difundirla también aquí.

Gracias al equipo que hace posible la web por esta oportunidad.

Pepa Horno

Entrevista a Pepa Horno sobre el amor en la revista de GAEDE

A lo largo de estos años me han hecho entrevistas suficientes para comprender el potencial que guardan y las limitaciones que encierran. Son una oportunidad única de dar a conocer tu trabajo, pero es raro que te den espacio suficiente para desarrollar tus argumentos, y que estos no acaben reducidos o simplificados. Y en los temas concernientes a la afectividad, este es un riesgo muy grande, porque puede desvirtuar aquello justamente que intentas promover.

pepa_horno_gaedePor eso entrevistas como la que difundimos hoy, una entrevista que me realizó Sergi Ferré para el Grupo de Apoyo a personas con Dependencia Emocional, GAEDE, y la revista Infogai merecen un tiempo y mi sentido agradecimiento por la calidad y el reto que conllevó para mí el diálogo.

Espero que la disfrutéis como yo lo hice al responder a cada pregunta.

Pepa Horno

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