Mi artículo “Saber quiénes somos: el papel de la psicoterapia dentro del sistema de protección a la infancia”, que aparece hoy en la iniciativa “Renovando desde dentro” empieza así:
Mi propósito en este artículo es proporcionar elementos de reflexión crítica sobre el rol de las y los profesionales de la psicología dentro del sistema de protección. Somos y debemos ser una de las piezas claves de la intervención que realiza, o pretende realizar, el sistema con los niños, niñas y adolescentes a los que atiende. Y debemos recordar siempre, pero más aún cuando trabajamos en el sistema de protección a la infancia, que toda la intervención que se realiza con el niño, niña o adolescente es terapéutica y la intervención psicoterapéutica no es más que una pequeña parte de dicha intervención. Nuestro trabajo nunca será eficaz si no lo realizamos de forma coordinada con las familias biológicas, acogedoras y adoptivas en el caso del acogimiento familiar, y con los equipos educativos y las familias biológicas y colaboradoras en el caso de acogimiento residencial. No olvidemos que el objetivo último de esa intervención debe ser aliviar el sufrimiento de estos niños, niñas y adolescentes. Y escribo este artículo en primera persona del plural desde la plena consciencia del rol que puedo ejercer yo misma en este ámbito.
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Los profesionales de la psicología pueden ejercer diferentes roles dentro del sistema de protección y muchos de ellos no están relacionados con la psicoterapia. Pueden ser técnicos del sistema, con diferentes grados de responsabilidad sobre la gestión y la toma de decisiones respecto a la intervención que se realiza. Pueden estar ejerciendo roles de acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes y sus familias, tanto dentro de los equipos educativos de acogimiento residencial como en los equipos técnicos de los programas de acogimiento familiar. Pueden estar contratados específicamente como psicólogos o psicólogas dentro de los equipos de intervención, tanto en acogimiento residencial como en acogimiento familiar, además de en los equipos de preservación familiar e intervención en riesgo medio y grave. Y por último, pueden ser parte de los equipos de intervención psicoterapéutica creados en varias comunidades autónomas para atender de forma individualizada a los niños, niñas y adolescentes que están en acogimiento residencial, en acogimiento familiar o en programas de preservación familiar. Por lo tanto, como profesional de la psicología se pueden ejercer roles muy diversos dentro del sistema de protección a la infancia. En este artículo me parece clave detenerme en tres de ellos por la relevancia que pueden tener para la vida de los niños, niñas y adolescentes.
Espero que el artículo os resulte de interés.