En los últimos años, desde Espirales Consultoría de Infancia estamos llevando a cabo proyectos cada vez mayores de acompañamiento en los Sistemas de Protección de la Infancia de entidades que atienden a niños, niñas y adolescentes. Por eso, nos ha resultado un honor realizar una evaluación formativa, con el asesoramiento correspondiente, al Sistema Entorno Seguro de la Compañía de Jesús en su Provincia Canónica de España, desde principios de 2021 hasta mayo de 2023. Como es habitual en estos procesos, los resultados son internos, y sin embargo, con su consentimiento, podemos compartir algunas claves externas a esos resultados.
La primera clave, y más evidente, es que tener un sistema de protección de infancia sirve y mucho, para proteger mejor a los niños, niñas y adolescentes y a las personas adultas en general. Hemos leído la documentación generada por los distintos recursos, que ayuda a estructurar la intervención y la formación. Hemos visto la disposición de los espacios (muy variados, desde centros educativos a espacios de pastoral, universitarios, de educación no formal o de formación para jesuitas) para que sean entornos más seguros y protectores (a través de visitas presenciales). Hemos constatado la sensibilidad de los equipos (a través de entrevistas individualizadas). Y hemos escuchado las vivencias y las opiniones de las personas que desarrollan sus actividades en los recursos (a través de grupos focales, con niños, niñas y adolescentes y personas adultas). Y es claro que el sistema funciona y que los resultados son muy positivos. Los cambios son reales y se mantienen en el tiempo.
El segundo elemento es que lo que funciona es un cambio gradual impulsado desde la dirección. No tenemos duda de que un cambio organizacional como el que hemos observado depende directamente del compromiso de la dirección de la entidad. En este caso, sin el impulso de los cargos más altos de la Compañía de Jesús en España (y en el mundo) no habría sido posible el esfuerzo humano y material para afrontar todos los cambios. Y es un esfuerzo que se mide ya en años, del cual se da cuenta regularmente en los informes anuales. Quien quiera un cambio real, debe programar en años.
La tercera clave es la importancia de la sistematización de los procesos. La protección de los niños, niñas y adolescentes y de cualquier otra persona (usuaria o profesional) no es algo absolutamente nuevo: hay muchas cosas que ya se están haciendo desde los ámbitos de trabajo con personas, que tienen que ver con el cuidado y con el bienestar. Pero hace falta sistematizar esas acciones para que se mantengan en el tiempo, para poder formar a nuevas incorporaciones, y para compartir un lenguaje común. Y eso se instaura a través de reuniones regulares, de revisiones sistemáticas de los mapas de riesgos, de conversaciones frecuentes entre cada recurso y alguien que coordina el proceso.
Por eso, la cuarta clave consiste en que un cambio como el realizado necesita un equipo interno para dar apoyo. En este tiempo hemos constatado la importancia de que haya un equipo que forme y prepare a profesionales de los distintos ámbitos (especialmente a quienes van a ser Agentes de Entorno Seguro), pero que también esté disponible para aclarar dudas y para acompañar en procesos (especialmente cuando se identifican casos). Desde aquí enviamos nuestro reconocimiento a Susana Pradera y al equipo de Entorno Seguro.
Y, por último, aprendemos de evaluar el trabajo realizado. Como personas y como organizaciones necesitamos llevar a cabo evaluaciones regulares para identificar los puntos fuertes y seguir potenciándolos, para abordar las debilidades y para replicar las buenas prácticas de un entorno en otros similares. Ha sido una satisfacción que el Sistema Entorno Seguro haya contado con nuestro trabajo para darles esta mirada externa y devolverles todos esos aspectos. Por supuesto que se puede mejorar (todo el mundo tenemos puntos de mejora), y al mismo tiempo los resultados son muy alentadores.
Con todo esto, a quienes nos seguís habitualmente y os interesan el bienestar de los niños, niñas y adolescentes (y de las personas adultas), os recomendamos que visitéis la página web del Sistema Entorno Seguro y que conozcáis sus materiales. Encontraréis ideas para mejorar vuestros propios sistemas.