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Taller online “Encontrar la sensación sentida con objetos: una vía para interactuar con las partes interiores” impartido por F. Javier Romeo en la Conferencia Internacional de Terapia con Orientación de Focusing el 23 de octubre de 2020

Taller “Encontrar la sensación sentida con objetos: una vía para interactuar con las partes interiores” impartido por F. Javier Romeo en la Conferencia Internacional online de Terapia con Orientación de Focusing (International Focusing-Oriented Therapy Conference), una forma práctica para que psicoterapeutas de todo el mundo puedan conocer herramientas de este tipo de terapia, y que F. Javier Romeo emplea en su práctica de psicoterapia presencial en Madrid y por videoconferencia.

Fecha: viernes 23 de octubre de 2020, 09:00-11:00 en horario de Nueva York (15:00-17:00 en horario de Madrid) (se puede comprobar el horario en otras zonas horarias aquí).

Lugar: online.

Idioma: el taller será en inglés con traducción simultánea al español.

Más información del taller en la página personal de F. Javier Romeo, Conexión Más Auténtica, en español y en inglés.

Información oficial e inscripciones: página web de la Conferencia Internacional de Terapia con Orientación de Focusing (the International Focusing-Oriented Therapy Conference).

[Entrada original del 9 de octubre de 2020, actualizada a 23 de octubre de 2020, fecha de realización del evento].

“Más allá de la supervivencia. Cómo mejorar la intervención en Europa con niños y niñas migrantes no acompañados y separados que quedan fuera del sistema de protección”, por F. Javier Romeo y Pepa Horno para UNICEF

[Read the English version clicking here.]

Los niños y niñas migrantes no acompañados y separados se encuentran con múltiples dificultades. Como niños y niñas, no se les suele escuchar. Como inmigrantes, a menudo se considera que “tienen menos derechos. Como niños y niñas sin referentes afectivos, tienen que afrontar la desprotección por parte de las instituciones que deberían protegerles. Y como niños y niñas que quedan fuera del sistema de protección y que a veces pueden recurrir a cualquier modo de vida para sobrevivir, con frecuencia son objeto de discursos de odio y de narrativas que les deshumanizan. Sin embargo, es necesario que recordemos que son niños y niñas que han sufrido experiencias adversas y que merecen intervenciones seguras que garanticen sus derechos humanos.

Como contribución para que se consoliden intervenciones sólidas y narrativas respetuosas, tenemos el orgullo de presentar este documento que hemos elaborado desde Espirales Consultoría de Infancia:

Aunque nosotros dos, F. Javier Romeo y Pepa Horno somos sus autores, esta publicación intenta recoger todos los hallazgos del Taller Internacional que tuvo lugar en Madrid en diciembre de 2019, que Javier ayudó a facilitar. Tuvimos las aportaciones de especialistas de España, Francia, Bélgica, Dinamarca, Italia, Noruega, Países Bajos y Suecia en Europa y de Marruecos en África. También contamos con la coordinación de UNICEF España y UNICEF Francia, con el apoyo de la División PFP de UNICEF. Nuestro agradecimiento por todo lo que compartieron, por sus conocimientos y por su experiencia. Esperamos que el documento honrará su generosidad y su compromiso.

Hemos estructurado el texto con tres objetivos en mente, cada uno de los cuales se aborda en un capítulo:

  1. Tener claridad sobre los “Principios fundamentales y principales riesgos a los que se enfrentan los niños y niñas no acompañados y separados que viven en la calle”.
  2. Tener una perspectiva completa sobre un “Llamamiento a la acción: hacia un modelo integrativo de intervención para el cuidado y la protección de los niños y niñas no acompañados que viven en la calle”, que explora cuatro niveles de intervención (abordar los aspectos jurídicos y de documentación; promocionar y desarrollar entornos seguros y protectores; proporcionar referentes afectivos a los niños y niñas; y construir nuevas narrativas con y sobre los niños y niñas migrantes no acompañados que viven en la calle).
  3. Proporcionar inspiración a través de “Prácticas positivas seleccionadas”, una recopilación de intervenciones y programas específicos que han funcionado en cada uno de los niveles propuestos en el Capítulo 2.

Esperamos que este documento ayude a profesionales y activistas a desarrollar nuevas narrativas e intervenciones cada vez más integrales. De ese modo se podrá asegurar que estos niños y niñas tienen un acceso pleno a sus derechos, como dice el título, más allá de la supervivencia.

F. Javier Romeo y Pepa Horno

“Beyond Survival. Improving intervention in Europe with Unaccompanied and Separated Migrant Children who fall through the protection system”, by F. Javier Romeo and Pepa Horno for UNICEF

[Hacer clic aquí para leer la versión en castellano].

Unaccompanied and Separated Migrant Children face multiple difficulties. As children, they are seldom listened to. As migrants, they are considered as “with less rights”. As children without affective referents, they face defencelessness from the official institutions that should protect them. And as children that fall through the protection system and that can sometimes resort to any way of living in order to survive, they are often the target of hate speech and dehumanizing narratives. However, we need to remember that they are children who have suffered severe experiences and who deserve safe interventions that ensure their human rights.

As a contribution for the consolidation of sound interventions and respectful narratives, we are proud to present this document that we have elaborated from Espirales Consultoría de Infancia:

Although we, F. Javier Romeo and Pepa Horno are its authors, this publication tries to summarize all the findings of the International Workshop held in Madrid in December 2019, that Javier co-facilitated. We had the inputs of experts from Spain, France, Belgium, Denmark, Italy, the Netherlands, Norway and Sweden in Europe and Morocco in Africa. We also counted with the coordination from UNICEF Spain and UNICEF France, with the support of the UNICEF PFP Division. We are grateful to all their sharings, their knowledge and their experience. We hope that the document will be able to honour their generousity and their commitment.

We have created this text with three goals in mind. They are addressed in each of the chapters:

  1. Having clarity about the “Key principles and risks faced by unaccompanied and separated children living in the street.”
  2. Envisioning a “Call for action: towards an integrative model of intervention for the care and protection of unaccompanied children in the street,” exploring four levels of intervention (addressing documentation and legal aspects; ensuring safe and protective environments; providing affective references; and building new narratives with and about unaccompanied migrant children living in the streets).
  3. Providing inspiration with “Selected positive practice,” a collection of specific programmes and interventions that have worked for each of the levels proposed in Chapter 2.

We hope that this document will help professionals and activists to develop new narratives and more integrated interventions. Those narratives will ensure that these children have full access to all their rights, as the title goes, beyond survival.

F. Javier Romeo and Pepa Horno

Investigación “Llegar a tiempo. Niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España” realizada por Espirales CI para Aldeas Infantiles SOS España

Una de las líneas de trabajo más importantes que desarrollamos desde Espirales CI son los estudios e investigaciones sobre el ámbito de protección. Nuestro propósito es brindar elementos de reflexión técnica para la mejora de la atención a niños, niñas y adolescentes por parte del sistema de protección. Es una línea de trabajo que completa las de formación y supervisión de equipos de profesionales en distintos ámbitos y recursos que existen dentro del sistema.

Trabajamos desde un Enfoque de Derechos del Niño y de protección integral. Consideramos que la protección no es solo la erradicación de toda forma de violencia contra niños, niñas y adolescentes sino la generación de entornos seguros y protectores que permitan su desarrollo pleno así como el ejercicio de sus derechos humanos. Creemos en el cambio social e institucional que se va dando en cualquier ámbito al transformar esos entornos y al crear consciencia al respecto en los responsables de los mismos. Los estudios e investigaciones que realizamos son para el equipo de Espirales CI un modo de crear dicha consciencia en los responsables técnicos y políticos.

Por eso la oportunidad que nos ofreció Aldeas Infantiles SOS de España de realizar una investigación sobre la atención a los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España nos pareció tan certera como oportuna por parte de la entidad desde la legitimidad de su trabajo en el sistema de protección a través de sus programas de preservación familiar y acogimiento familiar y residencial.

El informe Llegar a tiempo. Niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en España es el resultado de una investigación que duró un año y medio realizada en una muestra de 150 municipios de toda España. Estos municipios fueron elegidos de forma aleatoria y componen una muestra representativa a nivel estatal. En la muestra hay municipios rurales y urbanos, de todos los tamaños poblaciones y de todas las Comunidades Autónomas (y las dos Ciudades Autónomas) de forma proporcional al número de habitantes y expedientes de protección de cada Comunidad Autónoma. Se puede descargar en dos formatos:

El informe refleja una diversidad tal en la intervención que se realiza con los niños, niñas y adolescentes en riesgo en España que no hay variable ninguna, ni la comunidad autónoma, ni el tamaño poblacional, que pueda explicar las diferencias extremas entre un municipio y otro a la hora de evaluar los recursos de los que dispone para atender a los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo en su territorio. Una vez más, un niño, niña o adolescente en situación de riesgo va a ver garantizado su derecho a la protección de forma diferente según el municipio donde viva.

El informe deja también constancia de la falta de sistematización y accesibilidad de los datos del sistema. Por ejemplo, hubo una tercera parte de los municipios que no pudieron dar el dato de cuántos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo tenían en su municipio, solo 19 de 150 supieron decirnos cuántos de los niños y niñas con los que se había intervenido habían acabado en situación de tutela por desamparo, y fue imposible averiguar el presupuesto dedicado por cada municipio a atender a estos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo. La ausencia de datos y la dificultad de acceso a los mismos convierte al sistema en imposible de evaluar.

Y luego están las cuestiones técnicas referentes a la intervención. No es objeto de esta entrada resumir todos los datos del informe porque el equipo investigador al completo lo que desearía es que se leyera en su totalidad. Pero sí queremos indicar algunas cuestiones que nos parecen especialmente preocupantes. Hay tres elementos que son claves si queremos realizar una intervención eficaz que pueda erradicar la situación de riesgo a tiempo:

  • El trabajo en red en el municipio que logre incorporar a la comunidad de una forma real en esa intervención. Ese trabajo en red solo lo encontramos en una tercera parte de los municipios estudiados.
  • La intervención desde la prevención primaria y en los tramos de edad más tempranos. Encontramos sin embargo un sesgo de edad en los recursos, la gran mayoría de ellos están dedicados a la adolescencia y la mayoría de los municipios no contemplaban la prevención como parte del trabajo en situación de riesgo. El continuo entre prevención, vulnerabilidad y riesgo no existía en la mayoría de los municipios analizados.
  • Una mirada positiva del sistema hacia las familias. Encontramos un sistema con una mirada más evaluadora que reparadora o de acompañamiento, que vincula el riesgo a la “falta de capacidades parentales” obviando otro tipo de situaciones de conflicto social o de riesgo, y que sigue uniendo riesgo a exclusión social, centrando la intervención en vulnerabilidad en la vulnerabilidad económica.

Para nosotros la publicación de este informe  llega más tarde de lo que hubiéramos deseado por las circunstancias en las que estamos. Fue realizada entre mayo de 2018 y mayo de 2019 y solo se pudieron recabar los datos que los municipios tenían disponibles entonces que corresponden al periodo de 2017 (y en algunos casos de 206). Pero aun así, creemos que por su novedad y la amplitud y representatividad de la muestra supone una oportunidad. La oportunidad de mirar con rigor y tranquilidad justamente la parte más necesaria del sistema de protección, la que interviene para evitar el desamparo, la que previene el dolor, el daño y el sufrimiento de los niños, niñas y adolescentes, o como mínimo logra minimizarlo antes de tomar otro tipo de medidas drásticas. Esa parte del sistema que se creó para garantizar el derecho que recoge la Convención sobre los Derechos del Niño y nuestra propia legislación estatal y autonómica: el derecho a crecer con su familia y en un entorno seguro y protector. Esperamos que el informe suponga una herramienta de consciencia.

Y no podemos acabar esta entrada de presentación sin dar las gracias a Violeta Assiego, Itziar Fernández, Áurea Ferreres, Lourdes Juan y Santiago Míguez, sin cuyo trabajo hubiera sido imposible desarrollar esta investigación. Gracias por habernos enseñado tanto. Desde Espirales CI siempre hemos creído en el trabajo en red para garantizar la legitimidad de lo que hacemos, y caminar de vuestra mano ha sido un privilegio.

Igualmente gracias a Aldeas Infantiles SOS España y especialmente a quienes han colaborado en la investigación y en su divulgación por la confianza que pusieron en nosotros, sin la cual este informe hubiera sido imposible. Gracias por el privilegio de este camino compartido.

Pepa Horno y F. Javier Romeo

Cómo acompañar la fragilidad después del confinamiento por COVID-19

Durante estos meses de la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, desde Espirales CI hemos intentado aportar desde lo que sabemos hacer. Hemos ido tratando de responder a la demanda de acompañamiento emocional, supervisión y asesoramiento de equipos profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes en el ámbito de protección, en servicios sociales y en el educativo mayoritariamente. Además, hemos mantenido a nivel individual el acompañamiento emocional en el ámbito personal y terapéutico.

A lo largo de todo este tiempo han ido surgiendo reflexiones que hemos compartido en nuestros espacios personales, tanto Pepa Horno en su blog personal como F. Javier Romeo en su blog Conexión más Auténtica. Pero como sucede a menudo en nuestra trayectoria, lo personal se cruza con lo profesional, así que no queremos comenzar las vacaciones del verano sin compartir en este espacio algunas de esas reflexiones que tienen todo que ver con el diseño y planificación de medidas que van a ser necesarias para acompañar a los niños, niñas y adolescentes en otoño.

La primera reflexión es que nos equivocaremos si intentamos volver a la vida y al mundo pre-COVID-19. No solo porque es imposible, el mundo ha cambiado de una manera significativa que no permite el regreso ni el olvido. Sino porque puede ser destructivo. Hay algunos aprendizajes que ha traído esta pandemia que no deberíamos olvidar y que nos impelen a transformarnos. Sin embargo, percibimos que tanto a nivel personal, como social e institucionalmente se están desarrollando las medidas en muchos casos desde un enfoque de provisionalidad a la espera de la vacuna que permita volver al mundo que teníamos. Y creemos que es un error.

El COVID-19 nos ha hecho conscientes de nuestra vulnerabilidad. Siempre fuimos vulnerables, pero vivíamos de espaldas a ello desde una vivencia de omnipotencia generada por la falsa sensación de control. Creíamos que controlábamos nuestras vidas, y que el mundo funcionaba por unas reglas que si las seguíamos las cosas encajaban. Sin embargo, un virus ha sido capaz de poner nuestra vida “patas arriba” y demostrar la fragilidad del sistema social, económico e institucional que habíamos construido. La vulnerabilidad, y el miedo que conlleva, se han convertido en evidencia. Y aún no somos capaces de medir las consecuencias de ese cambio a nivel social e institucional. No deberíamos ser tan ingenuos de pensar que esa vivencia no va a transformar las relaciones sociales, la toma de decisiones individual, el estado de la salud mental y afectiva de las personas tanto como las decisiones políticas e institucionales.

La segunda reflexión implicaría algunas claves que son necesarias para esa transformación a nivel profesional e institucional:

1. Necesitamos generar estructuras flexibles. El COVID-19 nos ha obligado por primera vez a trabajar de forma global en una situación de pandemia, de emergencia. Si por algo se caracterizan las intervenciones eficaces en una situación de emergencia es por su flexibilidad. Tenemos que mantener ese criterio y generar estructuras, proyectos, espacios que sean flexibles, fáciles de modificar y adaptar a diversas situaciones y poblaciones. Y esto se aplica desde a la construcción y sus materiales (¿qué tal si nos fijamos en la arquitectura que puede moverse y transformarse?), a los espacios físicos (abiertos, con flexibilidad en su uso, que permitan movimiento…), al diseño de programas e intervenciones en cualquier ámbito laboral (programas que contemplen mecanismos de transformación internos), a los modelos de trabajo (el presencial, el teletrabajo, las conexiones, etc.) o a la formación profesional (dejar de contemplar la formación especializada como el objetivo último y pasar a contemplar como necesarios perfiles más generalistas que puedan mantener una visión global, como sucede con la especialidad de medicina interna dentro del ámbito médico).

Veamos un ejemplo claro del que se está debatiendo mucho ahora mismo: la escuela. Las medidas que se están planteando ahora mismo tienen que ver con cómo seguir haciendo lo que se estaba haciendo pero implementando las medidas de seguridad que se contemplaban. Eso es imposible. Nos toca transformar la educación. Los espacios de las escuelas, hacerlos abiertos y modulares, olvidando el aula; las metodologías de trabajo implementando de una vez por todas la educación por proyectos en todo el ciclo educativo; los espacios abiertos que faciliten la integración en la naturaleza y no el cemento en los patios. Se trata de pensar en una escuela diferente en muchos sentidos. No en la misma escuela que teníamos solo que garantizando distancia social. Si algo hemos aprendido sobre la escuela gracias al COVID-19 es a verla como lo que siempre fue y en muchos casos habíamos olvidado: una estructura protectora, que genera equidad e integración social, además de aprendizaje. Educación y distancia social no son compatibles porque la base del proceso educativo es la relación humana, tanto entre quien educa y los chicos y chicas como entre ellos mismos.  Y no hablamos solo del papel del desarrollo sensomotor y el contacto físico en las escuelas infantiles sino de todos los ciclos educativos.

2. Necesitamos contemplar la provisionalidad como una de las pocas constantes seguras. No podemos seguir planificando proyectos, estructuras o planes inamovibles. Los niños, niñas y adolescentes deberán aprender a moverse físicamente, a cambiar de lugar geográfico, de casa, de vida, como los adultos a cambiar de trabajos o de residencia. El mundo post-COVID-19 hace muy difícil la permanencia. Nuestras generaciones fueron educadas para seguir un largo plazo, para planificar su vida (y no hablamos solo de las hipotecas, sino de la vida laboral y personal) y para medir los avances a través de la capacidad de consumo. Ninguno de esos criterios van a ser criterios de éxito en el mundo post-COVID-19. Se trata de enseñar a fluir, a cambiar, a no agarrarse a las posesiones ni a los lugares. Y nos va a costar mucho, porque fuimos educados para lo contrario, especialmente aquí en Europa.

3. Necesitamos volver a lo pequeño. En todos los sentidos y realidades. Lugares pequeños, estructuras pequeñas, grupos pequeños, organizaciones pequeñas. No solo estamos pensando en cosas que se han comentado mucho estos días, como la necesidad de transformar las grandes ciudades, los centros comerciales o los lugares de ocio masivos por los peligros que puedan conllevar. Pensamos en las estructuras de funcionamiento, los proyectos de intervención social, sanitario, educativo, las estructuras de convivencia y muchas otras cuestiones. Para nosotros uno de los aprendizajes clave que nos deja el COVID-19 de una forma muy literal es que solo lo pequeño es sostenible. Volviendo a poner el ejemplo de la escuela, pensemos en escuelas de 1200 alumnos o en escuelas de 300, de cuatro lineas o de una. Pero pensemos en los equipos de trabajo donde cuando los niveles de decisión son muy complejos se pierde la eficacia de cualquier medida además de lentificarse e institucionalizarse. Lo “pequeño” tiene muchos vértices, muchos rostros, muchas cosas de las que podríamos hablar en este punto.

4. Y por último pero no menos importante, necesitamos fortalecer la comunidad. Una sociedad se articula en torno a tres niveles: el individuo, la comunidad y el sistema. En los diferentes continentes se han desarrollado estructuras sociales que priman uno o dos de sus niveles, perdiendo el tercero. En unos países se prima la comunidad y el sistema, allá donde existe, sobre el individuo. En otros países de sobrevive desde la comunidad y el individuo porque los sistemas sociales son débiles y vulnerables. En nuestra realidad, donde podríamos incluir a Europa y America del Norte se prioriza el individuo y el sistema perdiendo la comunidad. Y la comunidad tiene un rol protector esencial que surge siempre en las situaciones de crisis o de emergencia. Cuando las personas tienen una red afectiva sólida tienen menos probabilidades de caer en situaciones de exclusión social o vulnerabilidad económica. Cuando las sociedades tienen estructuras de participación comunitaria eficaces los barrios y las ciudades se humanizan y se transforman. La red afectiva es una de las condiciones innegociables de la protección del individuo que no puede ser sostenido solo desde el sistema. Y esa red afectiva se fortalece y se asienta en la comunidad. El mundo post-COVID-19 nos obliga a mirar hacia las comunidades donde vivimos: desde cambiar el modelo de familia nuclear recuperando el papel de la familia extensa hasta incorporar las estructuras de participación comunitarias en cualquier nivel de intervención institucional.

Seguro que hay muchos más elementos, pero para nosotros desde Espirales CI estos son elementos constitutivos que deben estar presentes en cualquier decisión organizacional o institucional que se tome en estos meses. Con ellos queremos finalizar esta serie de entradas que incluyen los diferentes materiales, recursos y videos que hemos elaborado tanto para diferentes contextos de intervención (educación, protección, servicios sociales) como geográficos (España, América Latina). Esperamos haber logrado nuestro propósito que no fue otro que acompañar a las y los profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes y sus familias.

Un abrazo grande,

Pepa Horno y F. Javier Romeo

Vídeos de F. Javier Romeo “Las tres inteligencias y la tristeza” en español, francés y árabe marroquí

Cerrando ya la dinamización del Blog “UNICEF con los centros de protección” durante la emergencia sanitaria por COVID-19 concluimos los vídeos para niños, niñas y adolescentes (especialmente para quienes viven en centros de protección) con esta última tanda.

En el primer vídeo exploramos nuestras tres inteligencias y cómo emplearlas para gestionar mejor la rabia y en el segundo vídeo vimos cómo usar las tres inteligencias para relacionarnos mejor con nuestros miedos, que eran las emociones más destacadas entonces. En el tercer vídeo nos concentramos en algo muy necesario después de todo lo vivido: aprender a pedir ayuda mejor.

En esta cuarta tanda de vídeos tomamos consciencia de la tristeza, y cómo utilizar las tres inteligencias para manejarla mejor. Porque, curiosamente, ahora que está bajando el miedo por la emergencia sanitaria empieza a aparecer la tristeza por todas las pérdidas. Pérdidas de personas, que han fallecido o que han desaparecido de la vida diaria. Pérdida de situaciones, como ir al centro educativo, los tiempos con amistades y familias y los espacios de ocio. Y también pérdida de oportunidades, desde las experiencias que permiten el desarrollo, como la educación, las relaciones y el ocio.

Existe la tentación de hacer como si no hubiera sucedido nada. Pero lo que ha pasado, ha pasado, y es necesario que lo asimilemos poco a poco. Necesitamos darnos tiempo para atravesar la tristeza.

En este vídeo dirigido a niños, niñas y adolescentes, exploramos el uso de las tres inteligencias vistas en los vídeos anteriores para manejar mejor la tristeza. Con siete claves y y un recordatorio a la importancia de pedir ayuda, será posible que aprovechemos la tristeza para valorar lo que tenemos en cada momento.

Aquí está el vídeo en español:

Aquí está el vídeo en francés:

Y aquí está el vídeo en árabe marroquí:

Con esperanza y consciencia,

F. Javier Romeo y Pepa Horno

Artículo “Descansar el alma”, de Pepa Horno para BBK Family

Después de todo lo que hemos vivido durante la emergencia sanitaria, es importante que descansemos.

Desde Espirales Consultoría de Infancia llevamos ya tiempo colaborando con el programa BKK Family que coordinan Bidegintza y EDE Fundazioa (entre otras cuestiones, con estos vídeos sobre crianza consciente, con estos talleres públicos que impartió F. Javier Romeo o con este vídeo sobre “Vivir a la intemperie” al comienzo de la emergencia sanitaria por coronavirus).

En esta ocasión me pidieron un artículo sobre este verano tan diferente, y mi mensaje fundamental es su título: necesitamos “Descansar el alma”.

Espero que el artículo os guste y que os ayude a buscar momentos de descanso,

Pepa Horno

Vídeos de F. Javier Romeo “Las tres inteligencias y pedir ayuda” en español, francés y árabe marroquí

Aquí tenemos una entrega más incluida dentro de la dinamización del Blog “UNICEF con los centros de protección” durante la emergencia sanitaria por COVID-19 con una nueva tanda de vídeos para niños, niñas y adolescentes (especialmente para quienes viven en centros de protección).

En el primer vídeo conocimos nuestras tres inteligencias y cómo utilizarlas para gestionar mejor la rabia, y en el segundo vídeo exploramos cómo emplear las tres inteligencias para relacionarnos mejor con nuestros miedos. En este tercer vídeo nos centramos en algo fundamental después de todo lo vivido: aprender a pedir ayuda mejor. La mayoría de las personas lo hemos pasado mal durante el confinamiento, y los niños, niñas y adolescentes también. Y ahora que empieza a haber más relación, es el momento de pedir ayuda, de personas próximas o lejanas, para poder resolver lo que haya aparecido en este tiempo y para poder vivir con acompañamiento las distintas vivencias.

Están pensados para verlos con los niños, niñas y adolescentes y poder plantearles preguntas como “¿Necesitas alguna ayuda de mi parte que yo no haya visto en este tiempo?”, “¿A quién más le podrías pedir ayuda?”, “¿Qué otras formas de pedir ayuda se te ocurren?”.

Aquí está el vídeo en español:

Aquí está el vídeo en francés:

Y aquí está el vídeo en árabe marroquí:

Con esperanza y consciencia,

F. Javier Romeo y Pepa Horno

Con “C” de “colegio”: creatividad, comunidad, consciencia y calidez

Hoy he tenido el honor de participar en una mesa redonda virtual organizada por las Asesorías de Educación Infantil de los Centros del Profesorado de Cantabria. Con el título “La vuelta a las aulas en Educación Infantil: miradas complementarias”, nos han reunido a profesionales del ámbito de la pediatría (María Jesús Cabero), la educación (David Altimir), los derechos de infancia (Nacho Guadix) y la psicología (que me han asignado a mí). Han sido dos horas que he disfrutado mucho, viendo cómo las distintas perspectivas son necesarias para garantizar que la vuelta de los niños y niñas de Educación Infantil vuelven a las aulas con seguridad (a la educación no, porque la mayoría han recibido acompañamiento educativo continuado por parte de los equipos docentes).

Cuando nos han invitado a hacer un cierre, me han venido tres palabras a la mente, que al final han sido cuatro. Y las cuatro empiezan por “C”, como “colegio”.

Creatividad. Si por algo se caracterizan los equipos de Educación Infantil es por su imaginación, por su capacidad de crear recursos nuevos que se adapten, momento a momento a las necesidades de los niños y niñas con quienes trabajan. Toca continuar por esta vía todavía más: cómo combinar la seguridad sanitaria con la seguridad emocional, cómo organizar los espacios y las relaciones, cómo ir afrontando los distintos retos… Por eso es necesario seguir pensando y repensando cada medida, pero a solas no es suficiente, va a ser imprescindible contar con el segundo elemento.

Comunidad. Cada persona tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos fuertes, y nuestras profesiones también. Por eso vamos a necesitar contar con diversas miradas, con la creatividad de otros puntos de vista para abordar los retos que tenemos por delante. En el caso de la Educación Infantil, los equipos educativos ya están acostumbrados a la colaboración entre docentes, y ahora va a resultar muy práctico incorporar de forma estructural otras voces. Por un lado, las familias, que son siempre la primera referencia afectiva de los niños y niñas y que, además, han ejercido de co-facilitadoras de la educación y del aprendizaje durante el confinamiento. Por otro lado, otros equipos profesionales, desde los ámbitos de la salud y los servicios sociales, pero también desde el ocio y tiempo libre, o las actividades artísticas. Y no pueden faltar los propios niños y niñas. La participación no es solo un derecho y uno de los pilares de la Convención sobre los Derechos del Niño. Mi experiencia profesional (y personal) es que, cuando les preguntamos a los niños y niñas sobre los temas que les afectan, nos pueden dar visiones muy necesarias y soluciones innovadoras y sencillas al mismo tiempo. Cuando tengamos todas estas miradas, no solo nos sentiremos mejor con el acompañamiento, sino que daremos respuestas más eficaces y más satisfactorias para todas las partes.

Consciencia. Estamos en un tiempo nuevo, viviendo experiencias para las que no tenemos referencias cercanas. Ante situaciones extraordinarias vamos a ver reacciones extraordinarias. La rabia, el miedo o la tristeza van a aparecer en los niños y niñas con formas muy variadas, y también en nuestro interior. Necesitamos consciencia para navegarlas, y gran parte del trabajo con los niños y niñas va a consistir en ayudarles a que también aprendan a navegarlas con el acompañamiento de personas adultas que les quieren y les cuidan. (Dejo unos enlaces a vídeos que hemos elaborado desde Espirales Consultoría de Infancia para UNICEF España, sobre nuestras tres inteligencias y cómo utilizarlas para manejar mejor la rabia, o cómo emplearlas para relacionarnos mejor con nuestros miedos, o cómo pedir ayuda, próximamente). Saber que va a haber niños y niñas que van a volver a las aulas con el miedo metido en el corazón hace que tengamos que utilizar nuestra mayor consciencia para cuidar el último elemento.

Calidez. Los primeros vínculos en la vida de los niños y niñas están marcados por la calidez (o por la falta de ella), también con sus docentes. Esto lo saben bien los equipos educativos de Educación Infantil, que encuentran maneras de que los niños y niñas se sientan aceptados y queridos en sus centros educativos. Después de todos estos meses, y con el frío emocional que pueden llevar asentado en sus cuerpos, los niños y niñas van a necesitar toda la calidez que sus docentes puedan darles, combinando creatividad con seguridad sanitaria. Ese debe ser uno de los principales objetivos en todo momento, pero ahora aún más si cabe.

Espero que estas ideas os sirvan de inspiración para encontrar vuestra propia forma de estar con niños, niñas y adolescentes.

Con esperanza y consciencia,

F. Javier Romeo

“Cuaderno para la acción en el post-confinamiento” de UNICEF España

El confinamiento por la emergencia sanitaria por coronavirus ha sido un experiencia muy complicada para los niños, niñas y adolescentes, para sus familias y para los equipos profesionales que les acompañan en su vida y en su desarrollo. Ahora que se van relajando las medidas sanitarias y que se plantea la vuelta a una “nueva normalidad”, es necesario tener en cuenta los distintos aspectos que les afectan.

UNICEF España, desde su programa de Ciudades Amigas de la Infancia, han publicado el Cuaderno para la acción en el post-confinamiento. Medidas para la creación de entornos protectores de cuidado y recreación para la infancia y adolescencia para abordar la nueva realidad desde un enfoque de derechos para cada niño, niña y adolescente. Es un honor que hayan contado la metodología de “Entornos Seguros y Protectores” que hemos desarrollado desde Espirales Consultoría de Infancia, y que además nos hayan invitado a colaborar en su aplicación a los espacios donde los niños, niñas y adolescentes van a empezar a asistir.

El documento está explicado brevemente también en esta entrada del blog de Ciudades Amigas de la Infancia, en la que se presenta de forma breve los criterios básicos para que los niños, niñas y adolescentes puedan asistir a espacios públicos y compartidos con seguridad no solo física y sanitaria, sino también a nivel emocional. Para ello es imprescindible contar con profesionales que sepan relacionarse de manera afectiva en estas situaciones, y con una especial atención a la participación, a que los niños, niñas y adolescentes puedan recibir la escucha que necesitan para contar sus vivencias y sus preocupaciones y para proponer sus ideas y sus soluciones.

Esperamos que os resulte de interés, especialmente a quienes trabajáis desde el ámbito municipal, en espacios de atención a público infantil y juvenil, pero también a las familias, para que podáis valorar los espacios a los que lleváis a vuestros hijos e hijas.

Con esperanza y consciencia,

F. Javier Romeo y Pepa Horno

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