LinkedIn

Buscar

Etiquetas

Etiqueta: incidencia política

Artículo de Pepa Horno: “Un análisis crítico sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España” en la Revista de Pediatria Integral

pepa-horno-analisis-critico-2016-rpiEs un placer para mí difundir el último artículo que he publicado en el número 10 de la revista Pediatría Integral, (de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, SEPEAP) con motivo de su 20 aniversario, titulado “Un análisis crítico sobre la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España”. El artículo está disponible on line aquí y forma parte del trabajo de incidencia política y sensibilización social que desarrollamos desde Espirales CI sobre esta problemática hace años.

El artículo desarrolla un análisis crítico de los avances y temas pendientes referentes a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes en España, poniendo un especial énfasis en la intervención desde el ámbito sanitario. El objetivo es dar una visión global de la problemática poniendo el énfasis en algunas de sus vertientes menos atendidas social e institucionalmente en nuestro país.

En un momento en que está habiendo una transformación real de la sensibilización social e institucional hacia esta problemática, debemos ser rigurosos a la hora de reflejarla y eficaces en su abordaje. Existen aspectos clave que siguen sin ser priorizados, como los niños y niñas fallecidos por muertes violentas, el abordaje insuficiente del maltrato psicológico y la negligencia (que son sin embargo las dos formas de maltrato más habituales) o la dificultad en la detección de los indicadores internalizados que presentan los niños y niñas víctimas de maltrato, entre otros aspectos. Además siguen existiendo limitaciones estructurales de la respuesta institucional ante esta problemática como la ausencia de un registro sistematizado, la ausencia de la temática de violencia contra la infancia en los currículos universitarios de todos los profesionales que trabajan directamente con niños y niñas o los problemas que siguen existiendo en la coordinación interdisciplinar e interinstitucional.

Dar una respuesta a los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia es una obligación legal, ética y social. Espero que este artículo sea una pequeña contribución para ello.

Pepa Horno

“Comunidad protectora: Estudio Regional sobre Mecanismos Comunitarios de Protección contra las Violencias” Investigación elaborada por Espirales CI para la oficina de Plan Internacional en la Región de Latinoamérica y el Caribe

plan_espiralesci_comunidad_protectoraEs un placer para nosotros difundir el informe Comunidad protectora. Estudio regional sobre mecanismos comunitarios de protección contra las violencias: Características y Desafíos resultado de una investigación elaborada por el equipo completo de Espirales CI, coordinada por Lyda Guarin, la Especialista Regional de Protección contra las Violencias, y publicada por la Oficina Regional para las Américas (ROA) (@PlanAmericas) de Plan Internacional, y que se puede descargar completo en este enlace.

Los mecanismos comunitarios de protección son a menudo considerados como el último eslabón de la protección a la infancia, por detrás del marco legislativo adecuado o de las instituciones pertinentes, cuando en realidad son el primer eslabón, el que tiene acceso directo a los niños y niñas, sus familias y sus comunidades. Son los mecanismos comunitarios de protección los que permiten una detección eficaz y una prevención ajustada a la realidad de las comunidades donde se trabaja. Son los que determinan la eficacia final del sistema de protección formal.

Estos mecanismos en una región como las Américas y el Caribe adquieren una diversidad de estructuras, formas y realidades grande que era necesario analizar para lograr describir las formas que las comunidades en las distintas localidades, regiones o países habían encontrado para organizarse en la lucha para erradicar la violencia que viven sus niños y niñas.

Para Espirales CI supuso un reto y un reconocimiento a nuestro trabajo que desde aquí agradecemos una vez más, el hecho de que una organización como Plan Internacional nos eligiera para desarrollar este mapeo regional de mecanismos comunitarios de protección.

Este informe es el resultado de un proceso en el que se han identificado 1182 mecanismos, se ha analizado el trabajo de Plan Internacional y otras doce organizaciones presentes en la región, y se han realizado entrevistas personales a 42 adultos líderes comunitarios, familias o personal de las organizaciones y 48 niños, niñas y adolescentes que participaron en grupos de trabajo en las visitas de terreno a la región.

Pero no es solo el interés de la estructura, tipología y procesos de creación de los mecanismos comunitarios de protección identificados, sus poblaciones objetivo, las estrategias y acciones desarrolladas y las líneas temáticas priorizadas. Es también el análisis de los logros y los retos resultantes.

Los logros son evidentes: la articulación del sistema de protección descentralizado en diversos países, los procesos de participación infantil y juvenil, la creación de recursos de atención a las víctimas o la mejora de la formación de los agentes clave en las comunidades, además de la creación de redes informales muy eficaces en la detección de situaciones de riesgo y desamparo.

Y entre los retos, y para animar a la lectura del informe, queremos destacar la dificultad para la inclusión de los grupos vulnerables, la escasa visibilidad de los niños varones víctimas de violencia o la escasa sistematización del trabajo que se desarrolla.

Asimismo, hay un dato especialmente relevante en este trabajo y es la escasez de espacios de autocuidado y acompañamiento para los líderes comunitarios y para el personal de las organizaciones e instituciones que impulsan estas estructuras. Sobre todo teniendo en cuenta que su trabajo implica la permanencia en las comunidades, la entrada en la cotidianeidad de las familias, la identificación de las situaciones de riesgo y desprotección que viven cada día los niños, niñas y adolescentes.

En definitiva, este trabajo recoge mucha información y algunas recomendaciones clave que pueden servir a los profesionales e instituciones que quieran desarrollar un trabajo comunitario de protección. Esperamos que las recomendaciones sirvan para dar respuesta a niños, niñas y adolescentes que nos hablaron del “rincón donde los niños desaparecen” o de “la cuesta por la que no podemos ir al cole porque hay un loco que sale y te asalta” en sus comunidades. Realidades que ellos describen con nitidez y, por desgracia, con resignación.

Pepa Horno, F. Javier Romeo, Lucía Losoviz y Sergio Aguado

Entrada “Amor y violencia” de Pepa Horno en el blog de incidencia política de Save the Children

En este comienzo de año, desde Espirales CI queremos retomar la entrada “Amor y violencia” que escribí justo antes de las vacaciones para el blog de incidencia política de Save the Children. Esta organización está desarrollando un importante trabajo de incidencia política de cara a lograr una ley integral sobre la violencia contra la infancia en España, que es una de las demandas básicas en las que coincidimos y a las que hemos hecho referencia en varios de nuestros posts de incidencia política.

Cuando me pidieron participar en ese espacio, y teniendo como telón de fondo el trabajo que se está desarrollando sobre el tema en la subcomisión del Congreso de los Diputados, me pareció esencial enfatizar la violencia contra los niños, niñas y adolescentes cuando es ejercida en el marco de una relación afectiva. Hablo de la violencia que viven en sus familias, en sus amistades, en sus primeras parejas, o por parte de sus educadores o adultos cercanos y queridos. De esa violencia que les lleva a unir dentro de sí el amor y la violencia, a naturalizarla, a justificarla, a callarla, que les obliga a desarrollar mecanismos patológicos de disociación para poder sobrevivir y les lleva a vivir aterrorizados. Una violencia que adquiere una mayor gravedad tanto de cara a las secuelas en su desarrollo como a la dificultad en la detección y revelación de esa violencia que están viviendo.

Este post enlaza con este otro post en el que resumimos nuestras demandas sobre el tema para esta subcomisión del Congreso de los Diputados. Desde Espirales CI trabajamos en varios espacios de incidencia, formación y asesoramiento para poner rostro al dolor de los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia. Esta colaboración es para nosotros parte natural de ese trabajo.

Pepa

Una mirada política a la violencia contra la infancia en España

El pasado 26 de junio de 2014 el Congreso aprobó por fin la creación de una subcomisión para estudiar la violencia contra la infancia en España. Ese mismo día publiqué varios tweets seguidos en mi cuenta personal @pepahorno, que voy a utilizar para encabezar el contenido de este post. Los transcribo literalmente permitiéndome aquí, que no tengo el espacio limitado por el número de caracteres como en los tweets, añadir los artículos y no utilizar abreviaturas.

Decía así:

(1) Crean subcomisión en el Congreso para el estudio de violencia contra la infancia en España. Aún recuerdo la primera ponencia sobre el tema en el Congreso, era el año 2006…

(2) Bienvenida sea, pero en los temas de infancia los tiempos son siempre demasiado largos. ¿Por qué será…?

(3) ¿Acaso la protección a la infancia es una cuestión de rédito político? Es una obligación legal, además de una de las medidas del valor de una sociedad.

(4) Ya en aquel momento los diputados dijeron que las cifras que dábamos eran demasiado duras, que había que hacer algo, que iban a crear una comisión…

(5) Así que en días como hoy me sale hacer memoria y reafirmar que hay luchas que merecen la pena.

En lo que dije me equivoqué en un dato. No era el año 2006, era el 24 de junio del 2005. Unicef organizó unas jornadas con motivo del Estudio de Naciones Unidas sobre Violencia contra la Infancia en el Congreso, a las que fui invitada como ponente, representando el trabajo que por entonces hacía en Save the Children. Mi cometido era dar una panorámica a las y los diputados de las formas de violencia más graves y más comunes contra los niños, niñas y adolescentes que se daban en España. Estábamos muchos de los que entonces ya llevábamos años trabajando para prevenir y erradicar esta problemática (muchos de nosotros seguimos en el empeño y a nuestro trabajo se ha unido el de otros muchos) y diputados de casi todos los grupos políticos presentes en el Congreso entonces.

Han pasado nueve años. Y tal y como expuse en mi último tweet hay luchas que merecen la pena. La sensibilidad social hacia el sufrimiento de los niños y niñas en nuestro país es hoy incomparablemente mayor que entonces, el reconocimiento institucional de la gravedad del problema significativamente más evidente y algunas de las problemáticas que mencioné entonces en mi exposición como fenómenos ausentes siquiera del debate público y político son hoy parte de él, como por ejemplo los niños y niñas víctimas de trata en España, cuya existencia muchas instituciones negaban en aquel entonces, o los niños y niñas víctimas de la violencia de género que no eran siquiera reconocidos institucional, social, política y legalmente como tales en ese momento.

Pero, aun reconociendo los avances innegables logrados en estos años: avances legislativos, institucionales y sociales, es evidente que la violencia contra la infancia sigue sin ser priorizada políticamente con la urgencia que debiera un problema de semejante magnitud. Tanto más si resulta que el Estado es el garante último de la protección de esos niños, niñas y adolescentes. De aquellos que no pueden defenderse por sí mismos, y dependen de la coherencia y valentía de quienes están en posición de poder tomar las decisiones pertinentes para protegerles.

Así que si va a haber una comisión, si por fin es cierto que las y los diputados del Congreso van a realizar un estudio en condiciones sobre la dimensión del dolor que viven miles de niños y niñas en nuestro país, entonces quiero exponer algunos de los aspectos que me parecen más graves y urgentes para abordar. Lo hago por coherencia personal y por lo que pueda aportar al debate y al trabajo de esa subcomisión y a las decisiones políticas que de ella se puedan derivar. Porque de eso se trata: de lograr una mirada política sobre esta problemática. Una mirada política que conlleve consciencia y compromiso e impida seguir mirando para otro lado cuando se trata del sufrimiento de los que no siempre pueden hablar y desde luego no pueden votar.

Tal y como dije en el 2005 a los diputados, las problemáticas que elegí para exponer no eran las únicas, tampoco son estos los únicos datos sobre la violencia contra la infancia en España que se pueden dar, pero sí creo que son los datos que no podemos obviar.

1. La mayoría de la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes en nuestro país la viven en el entorno familiar. En los últimos años se ha estudiado mucho fenómenos como el bullying o la explotación sexual infantil, pero las estadísticas y la investigación es persistente: la violencia que se ejerce contra la infancia en España la ejercen mayoritariamente personas que los niños y niñas conocen y quieren, de su familia o de un entorno muy cercano o íntimo. No son en su mayoría desconocidos ni redes de delincuencia.

2. La violencia contra los niños, niñas y adolescentes en nuestro país no es un problema de inmigración. Existe la creencia de que la mayoría de los agresores y agresoras son adultos de nacionalidad extranjera, pero no es así. Son ciudadanos y ciudadanas españoles.

3. Es necesario visibilizar a los niños varones víctimas de violencia. Existe una creencia muy arraigada en la sociedad, pero también entre los profesionales, de que la mayoría de las víctimas de violencia son niñas. Sin embargo, salvo en el caso de abuso sexual infantil (e incluso en ese habría mucho que hablar sobre el tema) esta creencia no es exacta. Es necesario visibilizar la violencia que están sufriendo los niños varones y desarrollar estrategias específicas para abordarla.

4. En nuestro país están siendo “matados” más niños y niñas de los que queremos imaginar. No es que mueran, es que mueren de forma violenta a manos de otra persona. Sin embargo, no existen datos sistematizados sobre la dimensión de esta problemática, no ya de la violencia en general, sino de los niños y niñas que han fallecido por causas violentas en nuestro país. Sencillamente nadie los ha contabilizado. Y tampoco hay forma de saber quién los ha matado. Si quieren saber más de este tema, lean aquí.

5. Las formas de violencia contra la infancia más frecuentes en España son el maltrato psicológico y la negligencia. No estamos hablando, por tanto, sólo de violencia física, sino de niños y niñas que crecen pensando que son inútiles, indignos de que nadie los quiera, solos y asustados, que dejan de hablar, de comer o de dormir de puro miedo aunque nunca les pongan la mano encima. O niños y niñas que aprenden a ser adultos y cuidar de quien debió cuidar de ellos, que se interponen para defender a otros de una agresión demasiado habitual, que saltan aterrorizados al sonar la llave en la puerta de casa. La violencia, sea cual sea la víctima, empieza mucho antes de ponerle la mano encima a una persona. Y en eso la violencia contra la infancia no es una excepción.

6. Los datos referentes a violencia cometida por menores a otros menores o adultos han adquirido mucha más visibilidad en los últimos años, pero no representan la mayoría de los casos de violencia. Quienes ejercen mayoritariamente la violencia en España son los adultos, hombres y mujeres, y los niños y niñas son las víctimas. Visibilizar la violencia cometida por los niños, niñas y adolescentes es necesario, no sólo por las víctimas de esa violencia, sean niños o adultos, sino porque un niño, niña o adolescente que ejerce violencia necesita atención terapéutica también. Pero no puede ser la excusa para invisibilizar la mayoría de los casos, que son aquellos en los que la violencia la ejercen los adultos.

Y si después de asumir estos datos, de dejar de negar la evidencia y el sufrimiento que esconden tras ellos, se preguntan qué se puede hacer, tengan presente que hace tiempo que sabemos cómo disminuir ese dolor. Hay experiencias evaluadas, sostenibles y eficaces en la erradicación de la violencia contra la infancia. Lo que aún no hemos logrado es la voluntad institucional para desarrollarlas e implementarlas en la medida que nos haría falta en España.

¿Cuáles son las claves?

1. Coordinación institucional. Coordinación entre las diferentes Comunidades Autónomas para unificar unos estándares de calidad en la atención a los niños y niñas víctimas de violencia. Coordinación entre los servicios de protección a la mujer y los servicios de protección al menor para que puedan trabajar de la mano y no a la defensiva. Coordinación entre el ámbito educativo, sanitario, social, policial y judicial bajo el paraguas de protocolos de actuación comunes que vayan más allá del papel.

2.La especialización adecuada y suficiente de los profesionales que atienden a los niños y niñas víctimas de violencia, incluida la creación (o sostenimiento en el caso de que los que ya existen) de los servicios de evaluación y tratamiento especializados en cada Comunidad Autónoma que atiendan a los niños y niñas víctimas de violencia, estén o no en situación de desprotección, tanto en el ámbito administrativo, como en el policial, el sanitario y el judicial. Todo niño o niña víctima de violencia, haya sido ejercida esta por quien haya sido, se encuentra en una situación de riesgo. Y como tal debe garantizársele una atención adecuada que no dependa de los ingresos de sus familias.

3. Un procedimiento judicial que realmente anteponga el interés superior del niño a cualquier otro criterio jurídico. Este es un aspecto que implica una gran variedad de procedimientos judiciales y administrativos, por ello no me voy a extender. Si quieren saber más sobre este tema, lean aquí.

4. Contabilizar todos los datos referentes a violencia en sus diferentes dimensiones de forma unificada e incluyendo los datos de las víctimas, no sólo de los autores de los delitos. Esto incluye un registro de casos de maltrato que sea una realidad obligada para las Comunidades Autónomas, no voluntaria. Que los registros del ámbito policial y judicial sistematicen los datos referentes a las víctimas y no sólo a los autores de los delitos, para que podamos saber cuántos delitos violentos se comenten contra niños, niñas y adolescentes en nuestro país.

5. Incluir programas de educación afectivo-sexual en las escuelas y programas de apoyo psicosocial a las familias en los primeros años de vida del niño que vayan, poco a poco, transformando las creencias que existen en nuestra sociedad, que son las que posibilitan, promueven y legitiman la violencia contra niños, niñas y adolescentes. El trabajo de sensibilización y cambio de actitudes es lento pero imperativo.

Soy consciente de que cada uno de los puntos mencionados daría para hablar horas. Pero para mí, y para todo el equipo de Espirales CI, es importante el trabajo de incidencia política que ha habido estos nueve años (y mucho antes de eso) y el que seguiremos haciendo. Para honrar el dolor de los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia y sus familias. Pero también el dolor de los hombres y las mujeres adultos que guardan dentro el sufrimiento que sufrieron cuando eran niños o niñas y nadie vio. El de los niños y niñas que sufrían en el 2005 y ya se han hecho adultos, en unos casos acompañados y sostenidos, en muchos otros solos. Y el dolor de los y las profesionales que trabajan a diario para aliviar su sufrimiento sin contar para ello con los recursos institucionales, humanos y económicos necesarios. Y por qué no, para que los miembros de esa subcomisión, pertenezcan al partido que pertenezcan, nunca puedan decir que no lo sabían.

Pepa

“Contabilizar nuestros muertos” en el blog “No me pidan calma”

Hay temas que te persiguen durante mucho tiempo. A veces es un rostro en un taller, una historia o una llamada llena de dolor. A veces es una cifra.

La que dio origen a este post me llegó en el año 2008 cuando leí el “III y IV Informe de Aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en España” presentado por el Estado español al Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, órgano encargado del seguimiento a los Estados en la aplicación de la Convención.

Al leer aquel informe me alegré de encontrar datos centrados en infancia, y en concreto aquellos datos que daban visibilidad a los niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos. Y busqué una cifra que había preguntado varias veces y nadie entonces parecía saber decirme: el número de niños, niñas y adolescentes muertos de forma violenta en España. Para lograrla, tuve que sumar las cifras de varios apartados: los niños, niñas y adolescentes asesinados o víctimas de homicidios en España, los niños, niñas y adolescentes que se habían suicidado o los que habían muerto como resultado de accidentes producidos por negligencias graves de sus tutores.

El resultado de aquella suma me ha perseguido personalmente hasta hoy. Cualquier número hubiera sido grande, pero aquél fue excesivo para mí. Sentí rabia. Rabia al comparar esa cifra con otras muchas o los recursos que se adjudican institucional y socialmente a reducir esa cifra con los que se adjudican a otras. Me dolió lo que aquella cifra y sobre todo su invisibilidad decía de nuestra sociedad.

Han pasado casi seis años. He difundido este tema en las charlas, conferencias, y sobre todo mesas de trabajo y otros foros donde cabía realizar incidencia política al respecto. Pero cuando Xose Cuns me pidió hace tiempo que escribiera algo en su blog “No me pidan calma” supe que esa cifra iba a ser mi aportación. Porque su blog se ha convertido en referente de claridad y defensa legítima de los más débiles para quienes trabajamos en los temas sociales. Y porque Xose forma parte de una red de hombres galegos fabulosos con los que tengo el privilegio de compartir ideales, reír y cambiar el mundo en una cena en el terruño de vez en cuando y sobre todo, llamar amigos.

Así que no quiero contaros más. Sólo dejaros el enlace a la entrada que he escrito en “No me pidan calma”, se llama “Contabilizar nuestros muertos. También cuando son niños y niñas” porque Xose ha enriquecido mi texto con su introducción, vídeos, enlaces, y porque me gustaría que leyerais y participarais en los comentarios que suscite.

Y desde Espirales CI, para este post en concreto algo más si cabe que con otros, pediros que nos ayudéis a su difusión.

Porque me temo que cuando acabéis la lectura del post no seré yo la única a la que esa cifra le duela.

Pepa

Niños y niñas víctimas de la violencia de género

Tal y como hemos hecho ya con otros temas que trabajamos, como la trata de niños y niñas, o violencia, o abuso, sobre los que hemos colgado entradas específicas en este blog con materiales de referencia sobre el tema, queremos incluir en esta entrada varios materiales que nos parecen útiles para conocer más sobre la atención a los niños y niñas víctimas de violencia de género y que reflejan también el trabajo que estamos realizando sobre el tema.

Nuestro conocimiento sobre el tema parte de la investigación que coordiné cuando trabajaba en Save the Children “Atención a los niños y niñas víctimas de la violencia de género”. Esta investigación fue la primera que se realizó en España sobre el tema y logró poner en agenda pública e institucional las carencias existentes entonces en la atención a los niños y niñas víctimas de la violencia de género. Para empezar su escasa visibilización como víctimas de esa violencia. Desde el año 2006 en que se publicó muchas cosas han cambiado para bien en este tema, pero hay otros aspectos de los resultados de este trabajo que siguen siendo plenamente vigentes.

Incluimos aquí el informe estatal, pero existen disponibles en la web de Save the Children los informes correspondientes a las siete comunidades autónomas donde se realizó la investigación. Así mismo se realizó en el marco de ese trabajo el “Manual de formación para profesionales sobre niños y niñas víctimas de la violencia de género en el ámbito familiar”.

A partir de ahí nos consta que Save the Children ha seguido trabajando y visibilizando este tema de una forma muy significativa de la que nos hemos ido haciendo eco desde Espirales Consultoría de Infancia en diferentes entradas.

En el marco del trabajo de Espirales Consultoría de Infancia he seguido publicando artículos y dando ponencias sobre este tema, cada una de las cuales las hemos ido difundiendo desde este blog, pero incluimos aquí los contenidos de dos artículos.

El primero es un capítulo “Perspectiva psicológica en los conflictos familiares: los  niños y niñas ante el divorcio y la violencia de pareja”, del libro Puntos de encuentro familiar. Manual de uso práctico, coordinado por Jéssica Piñero Peñalver et al. y publicado en 2009 por la Fundación Salud Infantil de Elche.

El segundo es más un artículo de sensibilización y se publicó en la Revista FAMIPED de la Asociación Española de Pediatría, volumen 3, número 2, de junio de 2010, y se titula “¿Repercute en los hijos la violencia en el hogar?”. Creo que pueden servir como una primera aproximación al tema eficaz.

Esperamos que todos estos materiales os sean de utilidad.
Pepa

Campaña “Uno de cada cinco” contra el abuso sexual

Hace ya más de un año el Consejo de Europa puso en marcha la campaña “Uno de cada cinco” para prevenir la violencia sexual contra niños y niñas. Desde Espirales Consultoría de Infancia participamos tanto en la elaboración de materiales de formación para profesionales como en el lanzamiento de la campaña.

Hoy nos alegramos de presentar la Campaña del Consejo de Europa contra la violencia sexual sobre niños, niñas y jóvenes “Uno de cada cinco” en España, coordinada por la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) y apoyada por el Consejo de Europa y el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, y que se lanza en el marco del Día Universal de los Derechos de la Infancia.

Esta campaña dispone de unos magníficos materiales ya disponibles en castellano, que incluyen un vídeo y un cuento para trabajar la prevención con niños y niñas de 3 a 7 años.

A esto se añaden varios materiales complementarios desarrollados para la campaña en España, que incluyen guías para padres y madres, carteles y otros recurso. Aunque se pueden consultar estos materiales y algunos más en la página principal de la campaña, hemos querido resaltar aquí los siguientes:

Materiales sobre “La Regla de Kiko”:

Cartelería y otros materiales:

Materiales específicos sobre la violencia sexual contra niños y niñas para profesionales

Esperamos que os resulten de interés y os animamos a que le deis la máxima difusión, empezando por conversarlo con vuestros hijos e hijas y llevarlo a sus colegios.

Pepa y Javier

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies